Por: Ana María Ibarra
Hola, aún no los tengo, pero les quiero decir cuánto los amo.
Les cuento que su mamá tiene 31 años y aún no tengo fecha de tenerlos… pero ya los amo…
y les quiero decir que viajen… su papá y yo haremos todo lo posible por que viajen. Viajen y no juzguen. el error más grande del ser humano es juzgar, hijos no lo hagan.
Libérense de la sociedad, de las ideas absurdas que nos limitan aceptar a otras personas con un color diferente, ideas o razas, no lo hagan, solo escuchen; aprendan a escuchar, al escuchar estamos analizando y aprendiendo sobre la manera en que cada uno ve la vida o ha resuelto problemas, ¡o vaya! lo que le ha dolido.
Que no les importe en qué país o ciudad hayan nacido, ustedes son ciudadanos de un mundo, no de una ciudad, y tienen la obligación de cuidarlo y protegerlo. Si nosotros no cuidamos nuestro mundo, más bien si no lo respetamos, él no nos va a respetar a nosotros. Amen a todos los seres vivos.
No juzguen… del señor o la señora que vende en la esquina, de ellos ustedes van a aprender tanto, escúchenlos; aprendan de ellos las cosas que su papá y yo no podemos enseñarles, aprovechen ya que es sabiduría pura y vale más que el diamante más caro de este mundo. Nosotros como sus padres, haremos todo lo posible por pasarles la mucha o poca sabiduría que hayamos adquirido en nuestro paso por este mundo y espero que sea llevada de generación a generación.
Tómense un café en el lugar de la esquina sin ver el teléfono, solo admiren lo hermoso del día, ojalá les haga falta un peso o una servilleta y tengan que pedírsela al vecino porque ese vecino se convertirá en su amigo.
Póngase la playera de su equipo favorito porque esa playera les abrirá caminos y hasta podrían conocer a la persona que les pintará una sonrisa cada mañana y sentirá una energía que ni el Google les podrá decir qué es. ¡¡y si encuentran a esa persona no la dejen ir!! y si por alguna razón se tienen que separar de esa persona por favor basen sus próximas relaciones al nivel de esa energía, felicidad y alegría que esa persona les dio. Créanme no se encuentra a un Don Juan en cada esquina… ¡¡y si se lo encuentran no lo suelten!!
Viajen solos, con nosotros (sus padres), hermanos, familiares, amigos y antes de casarse hagan un viaje largo con esa persona que eligieron de compañera/o porque es cuando mejor se conocerán… ¡¡no olviden que la mejor manera de conocer a alguien es, viajando!! Desde cómo se despiertan hasta cómo se duermen.
En los viajes se nos activa un nivel de tolerancia que nos une o nos separa, ya que nos encontramos solos en un lugar con ideas, culturas y tradiciones distintas a las de nosotros.
Cada viaje será una diferente experiencia, cada viaje serán diferentes vivencias, recuerdos y suspiros, a cada ciudad le van a tener un diferente cariño y van a querer llevar a sus seres queridos a ese lugar que cuando cierran los ojos quisieran estar ahí.
Por último, ojalá me compartan sus anécdotas y me pueda imaginar los olores de cada ciudad donde ustedes irán dejando huella y creando memorias.
¡¡Ah y por último viajen ligero, porque la mochila pesa mucho!!
¡¡Los ama, su futura loca mamá!!