“Debes hacer lo que crees que no puedes hacer.”
Eleanor Roosevelt
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Antes: Reservación del vuelo.
Si eres una persona con discapacidad o viajas en compañía de alguien que la presente, aquí hay algunas razones por las cuales es importante que lo mencione cuando compras o reservas un vuelo.
Por seguridad, las aerolíneas limitan el número de personas con discapacidad a bordo, que varía generalmente entre tres y cinco pasajeros dependiendo de la ruta y la compañía aérea. En este número se incluyen los pasajeros con discapacidad viajando con otro pasajero que lo acompañe. Por eso es importante la reserva anticipada del vuelo, brindando toda la información detallada acerca de la discapacidad a la compañía aérea.
Al documentar debes saber que la silla de ruedas y/o aparatos de apoyo son trasladados sin costo extra (no son considerados equipaje). Puedes solicitar asistencia para abordar o usualmente te la ofrecen si la discapacidad es visible, el personal de asistencia puede acompañarte desde que documentas para llevarte a la puerta de embarque, si ésta se encuentra en otra zona del aeropuerto, te brindan transporte especial para trasladarte por la mejor vía.
Las personas con discapacidad y personas de la tercera edad son las primeras en abordar (también su acompañante) por lo que si decides que el apoyo sea sólo al entrar al avión, recomiendo que te acerques con los encargados de revisar tu boleto para que contacten a la asistencia que solicitaste al documentar.
Aquí te comparto el link de una de mis colaboraciones donde escribo sobre qué empacar si viajas en silla de ruedas.
Durante: Abordar el avión.
El personal de asistencia te acompaña incluso por migración hasta tu asiento, si llevas tu propia silla de ruedas en la entrada del avión te cambian a una silla pasillera la cual es más estrecha que las sillas de ruedas convencionales y les permite trasladarte hasta tu lugar de asiento.
Una vez en el avión las sobrecargos pueden apoyarte a acomodar la maleta en su lugar y te ofrecen apoyo durante el vuelo por si necesitas algo.
En sus páginas web las aerolíneas especifican que es necesario que la persona con discapacidad pueda ir sola al sanitario y si no lo puede hacer, que sea acompañado por alguien, si viajas sola (o) y no puedes dirigirte al sanitario con facilidad, no creo que te nieguen abordar, pero recomiendo altamente que desde tu reservación elijas un asiento próximo a los sanitarios. Los sanitarios en todos los aviones son estrechos y no son los más limpios, si es un vuelo corto puedes evitarlos utilizando los del aeropuerto antes de subir, en su mayoría son accesibles y/o cuentan con uno para personas con discapacidad.
Antes, durante y después del vuelo las normas de seguridad aplican por igual a todos los pasajeros.
Después del vuelo: Descenso y salida.
Al término del vuelo, a diferencia del abordaje, las personas que requerimos apoyo somos las últimas en bajar del avión. Usualmente debes esperar al personal de asistencia quien te acompaña hasta las bandas en donde se recoge el equipaje.
Sé que actualmente se busca la inclusión de las personas con discapacidad y que el asistencialismo no es lo ideal para lograr que hagamos uso de los aeropuertos y aerolíneas.
Cuando comencé a viajar con frecuencia, me negaba a recibir la asistencia porque a veces es un poco incómodo que si tienes horas entre los vuelos de conexión tengas que estar en un solo lugar designado para las personas con discapacidad.
Una vez casi pierdo un vuelo en Alemania porque hubo un cambio de último momento en el número de puerta por la que iba a abordar, llegué a la sala y como según yo esperaría dos horas ahí, me quedé dormida y no escuché del cambio.
Cuando me enteré había que tomar un autobús para llegar al avión, fui la última en abordar y todos me miraban molestos pues además esperé por la asistencia que me ayudó a subir al avión y que nunca solicité.
De esa experiencia aprendí que la asistencia es necesaria en los vuelos y que puedo especificar en dónde sí y en dónde no requiero el apoyo.
Aunque puedo moverme por mi cuenta o subir al avión yo sola, recomiendo aceptar la asistencia porque son ellos quienes suben y bajan la silla de ruedas al avión, además de que conocen bien los aeropuertos.
Ya sea que viajes sola(o) o acompañada, si tienes alguna discapacidad debes saber que tienes derechos y responsabilidades con las aerolíneas como cualquier otra persona y después de solicitar la asistencia en lo único que te debes ocupar es en disfrutar el viaje y tu destino.