Por: David Fridman
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Hace poquito leí un artículo que hablaba de los tips para escoger a la persona correcta para irse de viaje. Es un tema muy importante porque luego se le sale el chamuco a tu acompañante en Latvia y todavía les faltan 2 meses más de turismo en su itinerario y lo único que quieres hacer es meterle unos gramitos de marihuana en la mochila para que, oops, se lo lleven las autoridades por pacheco.
Después de leer ese artículo me quedé pensando en quien de mis amigos y/o familia y/o conocidos y/o celebridad sería la mejor persona para armar un viaje. Claramente depende del destino, del tiempo, de los hobbies y del olor corporal de cada individuo. Si planeo un viaje a Australia, pues no voy a ir con el cuate que no le gusta la playa ni las olas ni el cocodrilo más mortal de la tierra. Si me quiero ir a Londres no voy a ir con aquel que es indiferente a las Spice Girls. Si quiero ir a esquiar a Whistler, no voy a ir con mi amigo el que no tiene piernas. Es logística.
Todo eso lo pueden leer en el artículo que les comento de Buzzfeed de “Escoge la Pizza Favorita de tu Princesa de Disney Favorita y te Diremos Quién es tu Mejor Acompañante de viaje”. Lo que yo les quiero exponer son las maravillas y las ventajas que tiene el viajar solo. Sí, solo.
“Pero David, ir a Disney solo no tiene chiste, ¡los jueguitos son en pareja!”, “¡En el Safari en Tanganica se disfrutan mas los marsupiales si vas acompañado!”, “Las góndolas en Venecia necesitan de más de una persona para no hundirse” serán algunos de los pensamientos que estarán pasando por sus cabezas en estos momentos.
Entiendo. No es lo mismo subirse a la montaña rusa con alguien con quien tenemos la confianza de enterrarle las uñas en la sentida fuerte. Que te toque junto al papá de la familia de Minneapolis que se la está pasando fatal en Disney no incita realmente a dar los gritos necesarios en Jurassic Park. Los dragones se ven muy reales.
La parte en la que quiero hacer #hincapié es en el hecho de que en el momento de que empiezas a organizar un viaje tú solo, no te tienes que preocupar por si el acompañante puede ir esas fechas, si quiere quedarse en hotel porque no confía en los Airbnbs, si no quiere pagar los $25 dolarucos para documentar maleta y prefiere andarla arrastrando todo el tiempo. Todos estos puntos y disyuntivas son válidos en la preferencia de cada persona, pero cuando uno viaja solo, no tiene este tipo de problemas. Vas tu solo con tus propias decisiones y tus propias inseguridades.
Otro punto importante es los estilos de viajar que tienen las personas. A mí, por ejemplo, me aburre mucho ir a museos, prefiero ir a restaurantes o al teatro o a ver la dona más grande del hemisferio sur (para mucha gente, esto que acabo de decir va a hacer que pierda toda mi credibilidad de consejero pero no estoy aquí para hacer amigos, estoy aquí para convencerlos que tienen que viajar solos por lo menos una vez en su vida). Entonces, si mi acompañante quiere ir a huevo al Reina Sofía o al MET por dieciseisava vez y yo prefiero irme a caminar al puente de Brooklyn, esto puede ser una pequeña chispa en un pleito potencial que puede terminar en el asesinato de uno de los dos.
Comida, horas de despertarse, modo de transportarse, todo esto puede ser motivo de discusiones con el otro individuo que no existirían si viajan solos.
NOTA: NO ESTOY DICIENDO QUE VIAJAR CON AMIGOS ES UNA MALA IDEA, EL PUNTO AL QUE QUIERO LLEGAR ES EL SIGUIENTE.
Mucha gente tiene miedo de viajar solo. No se sienten cómodos estando tanto tiempo sin nadie con quien platicar o comentar el punto o hacer burla del acento local. Pero si tan solo todos aquí nos obligamos a viajar solos una vez en nuestras vidas, les aseguro que será un viaje que no se les va a olvidar nunca. Pueden empezar con algo chiquito, un fin de semana al pueblito más cercano, y ya van subiendo de nivel hasta estar lo suficientemente cómodos con ustedes mismos que se van 3 meses a Asia como nuestro fearless leader Alan Estrada de Alan por el mundo, chance lo ubican.
Una cosa negativa que tiene viajar solo es que no hay nadie para que te tome la foto del recuerdo, entonces tienes dos opciones: o te vuelves experto en el timer o le pides al civil transeúnte que si te toma la foto. En ambos casos, sales ganando: te vuelves experto en tomar fotos con timer o tienes un sinfín de oportunidades para hacer nuevos amigos.
Piénsenlo, medítenlo, considérenlo. Miren lo bien que le fue a Julia Roberts en Eat, Pray, Love. Comió delicioso, encontró la espiritualidad, conoció al galán italiano y encontró la felicidad. O a Diane Lane cuando se fue a Italia sola y se acabó comprando una casa en Tuscany y encontró la felicidad. O Leonardo DiCaprio cuando se fue a La Isla y conoció amigos, se metió drogas y conoció la felicidad (las drogas son opcionales, yo recomendaría que no. O un poquito nomas para integrarse).
Así que como les dije en mi post pasado: THE TIME IS NOW!!!
Epílogo: habemos personas que somos buenos tanto para viajar solos como para viajar acompañados. Yo soy de los que me adapto a los planes, hago comentarios atinados y me baño diario o sea que si andan buscando travel partners ¡estoy a su disposición! Te estoy viendo a ti Alan Estrada.