Por: José HR
Este verano por fin he cumplido mi sueño de viajar a Venecia y además visitar Verona, pero de Verona hablaré en otra nota específica, pues tengo tantas cosas vividas en Venecia, en tan solo 6 días, cosas buenas y no tan buenas, por lo tanto dividiré esta descripción en 2 puntos.
Punto 1 (cosas buenas)
Desde Treviso (lugar donde aterrizamos) hasta Mestre (donde nos hospedamos) puedes contemplar un bello paisaje de tranquilidad y verdor, verdor de su natura que ya desde el avión puedes divisar, al surcar los cielos Italianos.
Una vez camino al hotel ya te vas dando cuenta de la hermosura de su lenguaje. NOTA: Recomiendo usar siempre transporte público por ejemplo:(Bus) para llegar hasta Venecia su precio es de 1,50€ y es lo mejor para mezclarte con su gente y ser uno más de ellos y aprender más de la convivencia allí.
Una vez cruzas el puente de la Libertad y llegas a Venecia, te das cuenta de porqué es única como bien dice en los carteles y bono-tickets.Y es que es como un hermoso cuadro, formado por hermosos puentes sobre canales, navegantes estructuras y una arquitectura increíble.
No te creas eso de que Venecia se caracteriza porque huele mal, obviamente, allí los basureros recogen la basura con barcas y si pasas cerca de una de ese tipo, lógicamente no olerá a rosas, del mismo modo que en el contenedor de basura de tu pueblo, huele también mal, pero por lo que a mí respecta, Venecia se caracteriza por su olor a albahaca, mozzarela y pomodoro, sobre una buena masa de pizza.
De noche, cuando tomas el vaporetto, si te sitúas cerca de los lados de este, puedes sentir la brisa fresca y el olor del agua salada de sus canales. Sus calles están llenas de tiendas de todo tipo y encontrarás algunas para hacer algún detalle a muy buen precio, yo compré una sudadera, porque me pilló una fuerte lluvia y de camino a San Marcos, en una tienda que todo era a 10€ pudimos comprar, mi mujer y yo, ropa para abrigarnos del aire y el frío.
Allí para comer pizza hay varias opciones, pero las que recomiendo son en Ae Oche y Rossopomodoro, que para mí son las mejores pizzerías y de las que he probado en toda mi vida.
En Antico Forno, aunque el que nos atendió era un sarraceno no muy simpático. Nos dijeron que Sansovino ofrece un mejor servicio y calidad en restaurantes de ese tipo.
Para comer pasta, recomiendo dos opciones también en Rossopomodoro, por un precio medio o Pasta&Sugo que es un sitio lowcost, donde comerás una excepcional pasta con refresco por solo 7€, con postre 10€ ,también puedes cogerlo para llevar y comerlo sentado fuera, donde tienes unas vistas preciosas a un pequeño canal y la iglesia de San Barnaba, que aparece en Indiana Jones-La última cruzada, sí es todo un lujo poder contemplar tal obra mientras y degustar pasta fresca y recién hecha.
Para helados recomiendo Suso gelatoteca (probar el de sabor Opera) es increíble, mi chica lo pidió y me dio mucha envidia su buena elección. Pero el mejor helado lo comí en la estación de Tren de Mestre, en Venchi, eso sí era el aunténtico helado italiano artesanal, recomiendo el sabor ciocolatto o pistacho; con el de Nociolla vais a alucinar si los probáis, os lo aseguro.
El mejor tiramisú lo probamos en Ai tre mercanti,por recomendación de Tripadvidsor, era de sabor melón porque el original se estaba haciendo y tardaba una hora y media, así que escogí esa opción y fue lo más acertado.
Los canolos, si queréis probarlos que no os engañen, los buenos son los sicilianos y aunque parezca increíble, los mejores que probé fueron en el Auchan de mestre, estaban recién hechos y eran perfectos así de simple.
El tema de los capuccinos fue un poco más controvertido, tal vez porque la única buena recomendación viable que encontré era para llevar, y la verdad ni en el trabajo me gusta tomar café de pie, aún menos en mi tiempo de ocio. Así que fuimos a sentarnos en una cafetería enfrente del puente Rialto, todo parecía muy bonito, pero la verdad sus precios eran excesivos y su calidad muy pésima, sobre todo en los canolos, parecían de la horneada del día anterior, lo único que se salvaba un poco era el Mokachino.
Punto 2 (cosas negativas)
¡¡Mucho cuidado al llegar al aeropuerto de treviso!!
No os dejéis engañar por la apariencia de piedad de algunos vendedores de tickets de bus que te esperan a la salida del aeropuerto. Nosotros sabíamos que teníamos que buscar el bus número 6, que es el que usan los nativos de treviso por el módico precio de 1,30€, para llegar hasta nuestra parada de Sant Angelo (Mestre) y hacer transbordo hasta Borgo Pezzana, que estaba a unos 100 metros de nuestro hotel.
Uno de estos vendedores nos embelesó con sus oscuras artes de mago canoso y nos embarcó en un bus que queríamos evitar de antemano a toda costa por su precio de 12€, convenciendo incluso al conductor para que improvisara una parada inexistente delante de nuestro hotel, sí, increíble pero cierto, la picardía hecha persona menos mal que a la vuelta ya tenía la lección aprendida y todo nos salió por 1,50€ hasta Sant Angelo y 1,30 € hasta Treviso Aeroporto (nota: para llegar al aeropuerto hay dos paradas que te llevarán 1-Padova y 2-Aeroporto de Treviso, cualquiera de las dos te deja ahí, así que coge el que antes llegue a la parada) Os doy este consejo porque al parecer los recepcionistas del hotel, incluso vendedores de tickets cerca de él, al parecer tenían algún acuerdo con ellos y no te decían indicaciones para tomar la opción más económica y tenías que arreglártelas por ti mismo, por suerte Google tiene respuestas para todo. Otra nota negativa fue llegar al hotel nos dijeron que había que pagar 2,40 cada uno, por día, por un impuesto municipal; en total 24€ por 5 noches dormidas la pareja en Italia, nadie nos avisó de ello.
Bueno ahora pasamos hablar de los puntos de interés.
3. Puntos de interés en Venecia
Puedes entrar de mil formas a Venecia pero no hay forma más triunfal que hacerlo por medio del Vaporeto dirección San Marco y pasando por el gran canal mientras contemplas sus catedrales, una de ellas poco conocida pero de mis preferidas fue la de Giovani Piccolo, su cúpula de color turquesa hacía juego con el agua. Podrás sacar unas fotos magníficas de ella que quedarán preciosas en tu colección, pero vamos al grano, lo que de verdad apasiona es pasar por el arco del puente de Rialto, ya de lejos se ve el distrito de San Polo, y una vez lo ves de frente sientes cierto respeto y dicha de poder tener esa experiencia tan única, más aún que cruzarlo a pie. Una vez llegas a Rialto puedes bajar y encontrar La Basílica de San Marcos
La basílica de San Marcos
Con su fachada llena de frescos y ponderada por los cuatro caballos de bronce y el Dorado León alado, símbolo del Veneto en honor a su patrón San Marcos, su interior deja atónito al espectador que pasa bajo sus arcos dorados y resplandecientes, llama la atención la forma en la que están esculpidas las 13 esculturas que representan a los 12 apóstoles y la virgen. También la pala de oro, un ostentoso panel de oro adornado minuciosamente con piedras preciosas de todo tipo, es imposible calcular su valor del mismo modo que es imposible contar los granos de arena en un desierto, el precio para verla es de 2€. Pero sin duda la atracción principal de la basílica, a mi gusto, son los 4 caballos de oro bizantinos tallados a la perfección. Poseen una característica expresión de batalla. Todo un símbolo de poder e intimidación para sus adversarios en aquella época y que todavía perdura su esencia, aunque el paso del tiempo ha hecho mella en su color.
Ahora vamos con el Palacio Ducal, sede donde residía el Doge, sus arcos blancos expresan claramente finura y poder, pero su interior deja sin palabras, solo se me ocurre una, ¡MAJESTUOSO! Puedes ver salón tras salón su esplendor y su belleza, así como sus ricas obras de arte, cada salón es mejor que el posterior, pero el que predomina es el conocido Salón Magiore. Un monstruoso espacio repleto de gigantes pinturas que representan momentos en la historia de Venecia y sus creencias, también envuelve la sala unos cuadros con los rostros de la sucesión de Doges que tuvo Venecia, estos inundan techo y paredes, pero el que sobresale es El paraíso de Tintoretto. Por ser el mayor óleo del mundo.
Siguiendo el circuito se llega al puente de los suspiros, conocido por ser el puente que une el palacio con las celdas, donde sabían que al cruzarlo era señal de que iban a ser ejecutados, de ahí su nombre. Desde su interior pude tomar una foto bastante original del canal que por allí pasa, todo el mundo lo hacía.
Y por si fuera poco, espera a pasar por la escalera de oro, una señorial escalera con un techo de oro lleno de figuras, esculturas, la gente al pasar por ella quedaba boquiabierta y no era menor mi asombro, El precio de la entrada es de 20€.
Después de ello nos decidimos y fuimos a visitar e teatro de la Fenice, todo un lujo para la vista, sobre todo el palco, hasta el telón desprendía clase, ahí fue donde María Calla desplegó todo su poderío, de hecho, tiene un rinconcito en su honor con un cuadro, firmas suyas y retratos suyos. Tambión actuó ahí Pavarotti, mi tenor preferido.
Por fin llegamos al puente della Academia y Puente de los descalzos, el primero está construido por madera y el segundo por piedra blanca, muy similar a la del palazzo Ducale, ambos son realmente buenos; pero sin duda el della Academia ofrece las mejores vistas de toda Venecia, bañada por el gran Canal. Así que ese puente pasó a ser mi segundo favorito, después de Rialto y seguido del puente de los suspiros.
Existe también una catedral gigante llamada Santa Maria Gloriosa de Frari, la más grande de ahí y, de hecho, una de las pruebas de Ezio, en Assasins Creed, es treparla hasta la cima.
Bueno hasta aquí mi experiencia resumida de la forma más breve posible, espero que os sirva de algo viajeros y gracias por leer esto, un saludo.
