El baño de mi vida

Ok ok, quizá el título es un poco exagerado, pero es para que le den click y lean la historia. No fué “El baño de mi vida” pero si uno de los más memorables.

Estaba en Córdoba, España. Había llegado ya tarde por lo que sólo había dos opciones para hacer: cenar y dormir. Checando mi lonely planet para organizar mi itinerario del día siguiente, encontré un apartado que hablaba de un hammam que estaba justo a dos cuadras de mi hotel y que cerraba a las 11 de la noche. Yo nunca había ido a un hammam en mi vida, pero la guía lo recomendaba mucho. Y aunque ustedes en el videoblog me ven “aventado” y aventurero, no saben lo que me cuesta decidirme a hacer algo nuevo, me da mucho miedo!!! Decenas de preguntas llegaban a mi temerosa mente. Y como se hace en un hammam? Es desnudo? no traigo traje de baño! me rentarán? Todos esos pretextos que suelen llegar como grilletes para mantenerte en el mismo lugar, me punzaban en el pensamiento mientras intentaba decidirme, pero estando de viaje como que se me quitan un poco. Total, pienso que es mejor hacer el ridículo donde nadie te conoce y me dirigí al mentado lugar.

Córdoba con su gran herencia musulmana debió tener muchos hammam en su época de apogeo moro, pero no sé si eran como éste. Al llegar el recibidor totalmente decorado al estilo árabe me sorprendió el cambio tan drástico de atmósfera que se puede lograr al estimular los sentidos. Me contraté un paquete medio, que incluía un turno completo en los baños (90 minutos) y un corto masaje relajante, además de rentar el traje de baño ya que por tonto no lo cargué en mi maleta. Los baños eran mixtos así que no se puede bañar desnudo.

Jamás pensé que unos baños robarían de mis pulmones un WOW!! pero así fue, WOW y más WOW!! El lugar era hermoso. Muy poca luz natural y el resto iluminado con pequeñas velas puestas de manera estratégica. Arcos de doble punto al estilo árabe y un techo abovedado con estrellas. El hammam estaba divido en varias zonas, la principal era la piscina templada, donde los visitantes pasan el mayor tiempo, junto a la piscina está el area de masajes y una enorme piedra de mármol caliente para recostarse. Además había un par de piscinas frias, otro par con agua realmente caliente, un sauna y un vapor.

Según me explicaron es una especie de circuito de hidroterapia, en dónde cambiando de temperatura haces que el sistema inmunológico del cuerpo se estimule. Aunque la verdad yo era el único que realmente lo hacía, ya que la mayoría de los visitantes iban en pareja y preferían echar romanticismo en la alberca templada. Por un momento hasta me sentí incómodo, no sé si por estar sólo o porque pensé que quiza esos baños cumplían una función distinta a la que yo creía (vamos gente “get a room”), pero no, el que estaba en lo correcto era yo. Cualquier manifestación un tanto indencente por parte de los visitantes ameritaba la amable petición de retirarse del recinto.

El masaje no fue nada del otro mundo pero en esa atmósfera fue bastante gratificante. Terminé como nuevo, satisfecho y con mi dinero muy bien gastado. Hay gente que piensa que los mochileros solo buscamos lo que sea gratis o cueste menos dinero. En mi opinión yo busco vivencias completamente originales y difíciles de repetir aunque no sean necesariamente baratas. Al final de eso se trata viajar no?.

Esta es la página de el hammam que también ha abierto baños en Madrid, Granada, Toledo y Málaga.
http://www.hammamspain.com/