Por: Maria Engracia Muñoz Gallo
Siete Veces Adiós celebró sus tres años en cartelera, fueron tres semanas en las que nos regalaron las actuaciones especiales de Alan Estrada y Fernanda Castillo en el rol de Él y Ella.
Para quienes ya hemos tenido la fortuna de ver la obra más de una vez, es y fue uno de los mejores regalos que nos pudieron dar. Así como para quienes aún no la conocen, se dieran la oportunidad de disfrutar de ésta gran historia.
Desde el 2014, aquel 6 de junio, en que viajé por primera vez a CDMX a ver a Alan en HNMPL, se sembró en mí la semilla del espectador del Teatro en México, así que desde entonces cada vez que viajo a la ciudad el teatro está presente.
Y en esta ocasión, no fue la excepción. Mi primer motivo, llenarme de Siete Veces Adiós, disfrutar del elenco, los cantantes, músicos y sobre todo de las fabulosas actuaciones de Fernanda y Alan. Y partiendo de ahí, revisar la cartelera, horarios y tiempos de traslados para organizar mi itinerario.
El jueves, fue mi primera visita al Ramiro Jiménez, que bonita obra eres Siete Veces Adios. El viernes por la mañana no había teatro, pero sí una hermosa Experiencia Inmersiva de El principito en el Centro Histórico, 100 de 100, recomendada. Como llegué temprano, tuve la oportunidad de visitar la exposición de Manuel Tolsá en el Palacio de Minería y al salir de El Principito visité El Museo Interactivo de Economía (MIDE).
Excelente exposición, muy recomendable, tuve la oportunidad de escuchar una plática acerca del ahorro y cómo lograr metas, que le ofrecieron a un grupo de niños, todos muy participativos. Una gran lección qué en lo personal, me hizo reflexionar y al mismo tiempo pensar que Finanzas, debería ser una materia obligatoria en las escuelas. Cerrando el día en el Ramiro Jimenez, después de una deliciosa cena Italiana.
El sábado comenzó el maratón de Teatro, iniciando a la 1:30 PM con Pretty Woman, una producción itinerante de Broadway en el Centro Cultural, yo no había mirado la película y sí lo había hecho, ya no me acordaba de nada, es más, llegando a Mexicali, me puse a buscarla y muy buena adaptación. Solo estuvo ese fin de semana.
De ahí, salí rapidísimo al Teatro San Rafael para disfrutar de Waitress, qué maravillosas actuaciones de todos, pero en especial de Mónica Campos, Denisha y Aitza Terán.
Al salir de ahí, lo que parecía imposible, nos fuimos al Teatro Ramiro Jiménez, mi amiga Bren que venía de Querétaro y su tía que nos hizo el favor de esperarnos afuera del
teatro y siendo hábil para manejar en CDMX, logramos llegar a tiempo. Nos bajamos y en lo que entregaban el carro al Valet Parking, se nos acercó una señora y nos ofreció un boleto y como la tía de mi amiga no iba a entrar a ver la obra, ¿Quién creen que dijo, SIIII? Exacto, los Dioses Viajeros y Teatreros se unieron para que ella pudiera entrar al teatro y disfrutar de la obra en la zona VIP, ¡GRATIS! Siete Veces Adios, hizo la magia, salió fascinada, y al salir comentó que regresaría acompañada de una de sus hijas.
El domingo me preparé para disfrutar de Alba Messa como la Reina en El Gato con Botas, funciones únicas los domingos 11:30 AM, en el Teatro SOGEM Wilberto Cantón, tienen que ir a disfrutarla, está genial, sin tiempo para saludarla, me trasladé al Teatro Centenario Coyoacán para ver Clue y después a despedirme de Siete Veces Adiós en su función de cierre de celebración y el pre-cumpleaños de Fernanda.
Fue un viaje de nostalgia, de un sube y baja de emociones, de llenarme el alma y no dejar de asombrarme de cada uno de los actores y actrices que entregan todo para ofrecer al espectador una historia bien contada.
Aplauso para todos y mi agradecimiento eterno a Alan que fue y es el medio para regresar una y otra vez a CDMX. Tener la oportunidad de conocer y disfrutar del trabajo de tantos y tantos actores y actrices, porque no es solo la obra, es la entrega, es voltear y verme, y pensar si yo pongo la misma energía y compromiso a lo que hago. Siempre es un aprendizaje constante.
Definitivo, amo CDMX, amo la ciudad y su teatro, sus museos y exhibiciones. Una ciudad que en mi primera visita me impuso y ahora, aunque no como pez en el agua, pero he aprendido a moverme y disfrutar cada momento. Los invito a que lo hagan, es una experiencia diferente y al mismo tiempo de mucha reflexión.
Siete Veces Adiós, te sigo redescubriendo y como siempre regresé a casa feliz y el corazón llenito de amor.
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