Praga, la joya medieval de Europa Central, seduce a los viajeros con su impresionante arquitectura, rica historia y vibrante vida cultural. La capital de Chequia, con sus calles empedradas y majestuosos monumentos, ofrece una variedad de experiencias que capturan la esencia de la ciudad.
Aquí les presentamos diez cosas que no se pueden perder en su visita a esta impresionante ciudad:
Castillo de Praga: Un viaje a la historia real
Situado en el barrio de Hradčany, el Castillo de Praga es uno de los complejos más grandes y antiguos del mundo y el corazón histórico de la ciudad. Fundado en el siglo IX, el castillo alberga diversas residencias reales, museos y la impresionante Catedral de San Vito, conocida por sus vitrales góticos y su grandioso interior.
En su recorrido, pueden explorar el Antiguo Palacio Real y la Basílica de San Jorge, donde la historia y la arquitectura se entrelazan en un entorno fascinante. No olviden visitar el Callejón del Oro, una pintoresca calle con pequeñas casas históricas que solían albergar a los guardias del castillo y a orfebres.
Puente de Carlos: Un paseo a través del tiempo
Ubicado en el corazón de Praga, el Puente de Carlos conecta la Ciudad Vieja con el barrio de Malá Strana. Este icónico puente, que data del siglo XIV, ofrece un recorrido pintoresco sobre el río Moldava. Con sus 30 estatuas barrocas y vistas panorámicas de la ciudad, el puente se convierte en un lugar de encuentro para turistas y locales.
A lo largo del puente, pueden disfrutar de artistas callejeros y músicos, haciendo de este paseo una experiencia cultural vibrante. Es recomendable visitarlo al amanecer o al atardecer para evitar las multitudes y disfrutar de un ambiente más tranquilo.
Plaza de la Ciudad Vieja: El corazón histórico de Praga
Situada en el centro de la Ciudad Vieja, la Plaza de la Ciudad Vieja es el corazón de Praga, donde se mezclan historia y cultura en un vibrante entorno. El famoso Reloj Astronómico, construido en el siglo XV, ofrece un espectáculo cada hora con sus figuras animadas y una esfera astronómica que deslumbra a los visitantes.
La plaza también alberga el Antiguo Ayuntamiento, la Iglesia de Nuestra Señora de Týn y numerosas cafeterías y restaurantes con encanto, aunque turísticos y precios más elevados son ideales para disfrutar de una pausa en medio del bullicio.
Durante las festividades, la plaza se llena de mercados navideños y eventos culturales, convirtiéndola en un lugar imprescindible para visitar en cualquier época del año, ¡uno de los sitios más mágicos del mundo!
Cabeza de Kafka: La innovadora escultura de David Černý
Cerca del centro comercial Quadrio, en el distrito de Nové Město, se encuentra la escultura cinética de David Černý. La “Cabeza de Kafka” es una impresionante obra de arte compuesta por 42 paneles móviles que giran y se mueven, creando un retrato tridimensional del célebre escritor Franz Kafka.
Este innovador monumento es un punto de referencia para los amantes del arte moderno y los curiosos que desean experimentar una visión contemporánea de la obra de Kafka. La escultura es particularmente impresionante durante la noche, cuando se ilumina y resalta sus detalles metálicos.
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Barrio Judío (Josefov): Un viaje a través del tiempo
Ubicado en el centro de Praga, Josefov, el antiguo Barrio Judío, ofrece una inmersión profunda en la historia judía de la ciudad. Pueden explorar la Sinagoga Española, famosa por su impresionante interior de estilo morisco, y el Cementerio Judío, con sus tumbas apiladas que narran la historia de siglos de vida comunitaria.
También pueden visitar la Sinagoga Vieja-Nueva, una de las más antiguas de Europa, y el Museo Judío, que proporciona una perspectiva educativa sobre la rica herencia cultural del barrio. Un paseo por Josefov les permitirá descubrir las leyendas y misterios que rodean a este histórico distrito.
Cervecerías Checas: un brindis a la tradición
Praga es conocida por su cerveza y las cervecerías tradicionales son una parada obligatoria para cualquier visitante. Lugares como U Fleku, una cervecería histórica que data de 1499 y se encuentra en el distrito de Nové Město, ofrecen una auténtica experiencia checa.
Las cervezas, elaboradas según métodos centenarios, seducen con su sabor único y cuerpo robusto. Aquí pueden degustar la famosa Pilsner y otras variedades locales mientras disfrutan de una atmósfera acogedora que refleja la cultura y la hospitalidad checas.
Biblioteca Nacional de la República Checa: un tesoro Literario
Ubicada en el histórico Clementinum, en el distrito de la Ciudad Vieja, la Biblioteca Nacional es un lugar de visita obligada para los amantes de la literatura. Con su impresionante colección de libros y manuscritos, y su espectacular Salón de los Espejos, ofrece una experiencia visual y cultural enriquecedora.
Además de su vasta colección literaria, la biblioteca también alberga exposiciones temporales y eventos culturales que destacan la rica historia literaria y académica de la República Checa.
Mirador de Clementinum: vistas panorámicas inigualables
Dentro del complejo del Clementinum, también pueden subir al mirador de su torre astronómica para obtener vistas panorámicas incomparables de la ciudad. Desde este punto elevado, podrán admirar el horizonte de Praga, con sus techos rojos, iglesias y el río Moldava serpenteando a través de la ciudad.
El mirador es especialmente popular al atardecer, cuando la luz dorada del sol baña la ciudad, creando un espectáculo visual impresionante.
Gastronomía Checa: sabores auténticos
La cocina checa es rica y diversa, y en Praga encontrarán muchos restaurantes y mercados locales que ofrecen platos tradicionales. Entre los imperdibles están el goulash, el svíčková (carne de res en salsa de crema) y el knedlíky (dumplings).
No pueden dejar de probar el trdelník, un dulce al horno espolvoreado con azúcar y canela, que es perfecto para un paseo por la ciudad. Para una experiencia más auténtica, visiten los mercados locales o pequeños restaurantes familiares fuera de las zonas turísticas más concurridas.
Barrio de Malá Strana: Encanto e historia
Situado al pie del Castillo de Praga, Malá Strana es uno de los barrios más pintorescos de la ciudad, conocido por sus calles adoquinadas y edificios históricos. Aquí pueden pasear por la Plaza de Malostranské, explorar la majestuosa Iglesia de San Nicolás, y disfrutar de las vistas del Muro de John Lennon, un espacio dedicado al famoso músico y a la paz.
Malá Strana es ideal para un paseo relajado, rodeado de palacios barrocos, jardines escondidos y una atmósfera que transporta a otra época.
Cada uno de estos destinos ofrece una visión única de Praga, combinando historia, cultura y belleza. Ya sea explorando monumentos históricos o disfrutando de la vibrante vida local, Praga demuestra ser una ciudad que cautiva a todos los que la visitan.