Burdeos es una ciudad francesa muy popular entre los amantes del vino, pues cuenta con 60 denominaciones de origen y 7 mil viticultores. Además, es un destino que combina la cultura con la naturaleza.
Esta ciudad que tiene un rico patrimonio del siglo XVIII, es un antiguo puerto comercial que se extiende a lo largo de las orillas del Garona, los muelles inscritos por la Unesco, alrededor de la Plaza de la Bolsa y de su famoso espejo de agua.
Además, este verano estará en la mira de muchos, pues será sede de los Juegos Olímpicos de París 2024, ya que albergará varios partidos de fútbol.
Así que en esta ocasión les compartimos algunas actividades esenciales que pueden hacer si visitan esta ciudad, ya sea durante los Juegos Olímpicos o en algún otro momento.
Explorar el casco antiguo
El casco antiguo de Burdeos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un laberinto de calles empedradas, plazas encantadoras y edificios históricos.
No se pierdan la Place de la Bourse con su espectacular Espejo de Agua, el mayor espejo de agua del mundo que refleja de manera mágica las fachadas del siglo XVIII.
El Espejo de Agua en Burdeos destaca por ser el espejo de agua más grande del mundo y una de las atracciones más fotografiadas de Burdeos. Con sus 3,450 metros cuadrados de superficie, crea un reflejo perfecto de los majestuosos edificios del siglo XVIII que lo rodean, ofreciendo un espectáculo visual que cambia con el tiempo y las condiciones climáticas.
Visitar la Cité du Vin
La Cité du Vin es un museo interactivo y cultural dedicado al vino y es una visita obligada para los amantes del vino.
El edificio se erige a orillas del río Garona y destaca por tener una arquitectura futurista inspirada en la forma de una copa de vino al girar.
Dentro, los visitantes pueden sumergirse en la historia y la cultura del vino a través de exposiciones interactivas que exploran sus raíces milenarias y su influencia global. Desde degustaciones de vinos de todo el mundo hasta talleres y proyecciones, cada rincón de la Cité du Vin ofrece una experiencia sensorial única.
La visita culmina en la plataforma de observación, donde se pueden disfrutar vistas panorámicas de Burdeos mientras se saborea una copa de vino seleccionada.
El museo abre todos los días de 10:00 a 19 horas, y el precio de los boletos depende de la experiencia que quieran vivir. En la página oficial de la Cité du Vin encontrarán todos los detalles.
Explorar el río Garona
Un recorrido en barco por el río Garona ofrece una perspectiva única de Burdeos. Pueden optar por un crucero turístico que te permitirá admirar los edificios históricos y los puentes icónicos como el Pont de Pierre.
El río Garona es el alma de la ciudad, y al explorarlo tendrán una perspectiva diferente de Burdeos.
A lo largo de sus orillas, se despliegan algunas de las vistas más impresionantes de la ciudad, incluyendo el Pont de Pierre, un puente de piedra del siglo XIX que conecta ambas márgenes y ofrece un paisaje icónico.
Los cruceros por el Garona son una manera relajante de descubrir los edificios históricos y los modernos desarrollos de la ciudad, mientras que las actividades acuáticas como el kayak y el paddle surf proporcionan una dosis de aventura.
Si son amantes de los atardeceres pueden dar un paseo por el muelle para apreciar como los rayos del sol pintan de dorado las aguas del río, creando un ambiente romántico y tranquilo.
Recorrer la Rue Sainte-Catherine
Con más de un kilómetro de longitud, la Rue Sainte-Catherine es una de las calles comerciales peatonales más largas de Europa y es perfecta para los amantes del shopping.
Esta calle se extiende por más de un kilómetro y ofrece una experiencia de compra sin igual, combinando tiendas de lujo, boutiques independientes y grandes almacenes.
Pasear por la Rue Sainte-Catherine es sumergirse en el bullicio vibrante de la vida urbana bordelesa, donde los escaparates coloridos y las terrazas de los cafés invitan a detenerse y disfrutar del ambiente.
La calle también está impregnada de historia, con edificios que reflejan la rica herencia arquitectónica de la ciudad. En cada esquina, hay algo nuevo por descubrir, ya sea una pequeña librería, una joyería artesanal o un animado mercado.
Caminar por la Rue Sainte-Catherine es una inmersión en la cultura local, combinando el placer de las compras con la oportunidad de experimentar la auténtica atmósfera de Burdeos.
Degustar la gastronomía local
Burdeos es conocida por su rica oferta culinaria. Pueden probar especialidades locales como el entrecôte à la bordelaise (entrecot en salsa de vino), los canelés (pequeños pastelitos caramelizados) y, por supuesto, los vinos de la región.
Visitar la Catedral de San Andrés
La Catedral de San Andrés es una obra maestra construida entre los siglos XI y XIV, y ha sido testigo de numerosos eventos históricos, incluyendo la boda de Leonor de Aquitania con el rey Luis VII de Francia.
Su arquitectura destaca por sus imponentes torres y su elaborada fachada esculpida. En el interior, la luz que se filtra a través de las vidrieras crea un ambiente sereno y místico, perfecto para la contemplación.
Al lado de la catedral se encuentra la Torre Pey-Berland donde pueden apreciar increíbles vistas de Burdeos.
Pasear por el Jardin Public
El Jardin Public es el lugar perfecto para relajarse. Este parque del siglo XVIII cuenta con jardines paisajísticos, un lago y un pequeño zoológico.
Explorar los barrios de Chartrons y Saint-Michel
El barrio de Chartrons es el barrio más antiguo de los comerciantes de vino.
Chartrons ha transformado sus antiguos almacenes y bodegas en elegantes boutiques, galerías de arte contemporáneo y acogedores cafés. Pasear por sus calles adoquinadas es una experiencia encantadora, con edificios del siglo XVIII que reflejan la opulencia de su pasado mercantil.
Los sábados, el mercado de Quai des Chartrons cobra vida con productos frescos, artesanías y delicias locales, ofreciendo una muestra auténtica de la vida bordelesa.
El barrio de Saint-Michel es una vibrante zona multicultural que ofrece una experiencia auténtica y diversa, donde destaca la impresionante Basílica de Saint-Michel.
Saint-Michel es conocido por su animado mercado de pulgas, uno de los más grandes y antiguos de Burdeos, donde se pueden encontrar desde antigüedades y curiosidades hasta productos frescos y especias exóticas.
Descubrir la Place des Quinconces
Esta es una de las plazas más grandes de Europa. En su centro se encuentra el Monumento a los Girondinos, una impresionante fuente y columna con estatuas que conmemoran a los diputados de la Gironda que fueron víctimas de la Revolución Francesa.
Hacer una excursión a los viñedos
Visitar viñedos cuando se viaja a Burdeos es una actividad casi obligada, sobretodo si son fans del vino.
A pocos kilómetros de la ciudad, encontrarán algunas de las bodegas más renombradas del mundo, como las de Saint-Émilion, Médoc y Pessac-Léognan. Muchas ofrecen visitas guiadas y degustaciones.
Sin duda, Burdeos es una ciudad que combina a la perfección historia, cultura y modernidad.