Desde el 25 de mayo al 31 de agosto de 2024, el Museo de la Ciudad de México exhibe “Zona de Indiferencia”, una muestra del artista plástico Mario Palacios Kaim, la cual invita al público a explorar la relatividad de la autoría en el arte, donde el sol, la coincidencia y el destino se combinan para transformar las piezas presentadas.
Con esta muestra, Mario Palacios Kai desafía las interpretaciones tradicionales del arte. “Zona de Indiferencia” se presenta como una experimentación sobre la indiferencia de las obras hacia las opiniones del espectador y del especialista en arte, creando un espacio libre para la relación subjetiva de las piezas con cualquier persona.
La muestra subraya la relatividad de la autoría y revela cómo las piezas expuestas nacen de la coincidencia y la sincronicidad. A través de la solarización y la exposición a la intemperie, Palacios Kaim ha creado obras que evidencian la transformación indispensable de todas las cosas con el paso del tiempo. Desde 2007, el artista ha explorado esta técnica en diversos textiles, y en 2015, encontró en placas de acero de una empresa de blindajes en la Ciudad de México la materia prima para este proyecto.
“Mi propuesta va desde el dibujo, la pintura, la gráfica, hasta este tipo de obras, que son un poquito más como instalaciones o improntas solares que aparecen, realmente aparecen, casi por coincidencia”, explica Palacios Kaim.
Entre 2019 y 2020, el artista completó la primera serie de las 21 piezas que componen “Zona de Indiferencia”. Estas “cosas”, como las llama el artista, habitan en un territorio que antecede a la palabra y permanecen fuera del alcance de definiciones y teorías. Las piezas, indiferentes a las interpretaciones, se presentan tal como son, subrayando la coincidencia, la sincronicidad y el destino como elementos esenciales de su existencia.
La exposición invita a los visitantes a experimentar el paso del tiempo a través de la transformación de las obras, priorizando la observación y la apreciación de lo que miramos. “El mundo del arte no es su único mundo: ellas son ellas mismas. Lo que le importa es esta presencia que uno puede visitar, que uno puede recorrer”, afirma Palacios Kaim.
Esta exhibición es una oportunidad para reflexionar sobre la belleza inherente en los materiales industriales de desecho y la manera en que la observación y la apreciación pueden transformar nuestra percepción de ellos. La muestra subraya el silencio y la experimentación, invitando al público a apreciar el paso inexorable del tiempo de manera indiferente a las especulaciones teóricas.
La exposición se puede visitar hasta el 31 de agosto en el Museo de la Ciudad de México, en José María Pino Suárez 30, Centro Histórico, de martes a domingo de 10:00 a 17:30 horas. La admisión general es de 40 pesos mexicanos.