Linda Rosales
La pregunta de muchos ¿para que viajamos ? y en definitivo la respuesta que yo daría es para encontrarte y renovarte. Fue lo mejor que me ha pasado y algo que siempre soñé y además salí el día de mi cumpleaños, osea que inolvidable (muy cliché pero no encuentro otra forma de expresarlo). Fueron 22 días míos completamente. Sólo con recordar me emociono y late rápidamente mi corazón.
Fue un tour (primer viaje tenia que hacerlo así, pero definitivamente el siguiente será de mochilazo), por España, Italia y Francia. Llegué una semana antes a Madrid de que empezara el tour, por que yo quería salir de México el día de cumpleaños y así fue. No me la creí hasta que pise tierra española recibida por un frió que no aguantaba y nunca había experimentado y en la nochecita nevada leve algo que tampoco había vivido. Mi hotel estaba ubicado en la famosa Gran Vía. Todo fue nuevo los olores, los colores, los sabores. Caray respiraba y definitivamente ese aire recorría mi cuerpo sacando todo lo malo que traía. Ver a todo tipo de gente de diferentes razas, lenguas. Ese primer día no me la creía.
Con un mapa en mano salía temprano para recorrer los lugares que investigaba en internet o que preguntaba. Mi lugar de esa semana para comer fue el Museo del Jamón (buenísimo ,bonito y muy barato). Hice el recorrido de museos, parques, bueno en sí caminé y caminé, conocí la famosa Puerta de Alcalá, el Parque del Retiro, el Palacio Real, la Plaza Mayor, recorrí toda la Gran Vía, el Templo de Tebob, el Museo de Cera (en mi parecer un gustito caro y que no vale la pena ), el mercado de San Anton, entre otros lugares. Aplicaba cladestínamente el llevarme comida del buffet del desayuno, así que en un día gastaba 2 a 3 euros, claro quitando la entrada del Palacio que si no mal recuerdo fueron 5 euros, pero trataba de ir a lugares que no cobraran hasta que empezó el tour en el cual iba gente de Brasil, Argentina, Ecuador , Panamá , Costa Rica y claro mexicanos (que harían sin nosotros jajaja, somos la fiesta andando ). Esa semana fue lo mejor por que me empezaba a volver encontrarme y me di cuenta que estaba empezando a vivir cosas totalmente nuevas .
El viaje fue en camión (super cansado ) pero el paisaje cómo lo disfruté. Todos los lugares que visitamos tenían su encanto y magia, Venecia el lugar a mi gusto más romántico que existe jejejeje. En París al ir dando la vuelta en la calle y empezar a ver la base de la Torre Eiffel me quedé literal sin palabras, llegué en la noche y lucía espectacular. Anduve en tren en París (ahh que difícil jajaja pero siempre hay gente buena que ve tu cara de terror y trata de explicarte a como de lugar a donde vas y cuanto cuesta osea a señas o sonidos extraños jajaja. Para esto encontré una bebida a la que me volví adicta y que después en Venecia encontré de nuevo (vino caliente), no bueno, fue la bebida que calmó mi frío y que disfruté viendo el Río Senna y sentada en las gradas que están afuera de la catedral de Notredame (osea que calculen cuantos tomé jajaja). Cuando llegué a Roma me tocó cuando salió el nuevo Papa, en la calles la gente corría para poder verlo, vi desfiles que iban al Vaticano, había un mar de gente, en cualquier lugar que pasaba todos atentos a la transmisiones del Papa (osea que lo tenían a dos cuadras), se oía a los argentinos gritar de emoción y claro a cualquier latinoamericano se le notaba la felicidad. Yo la verdad no quise ir a todo ese rollo, yo iba por un objetivo conocer la Fuente de Trevi, como toda la atención estaba centrada en lo del Papa, las calles estaban lindísimas pues había poca gente y con tiempo de sobra para sentarme frente a ella (claro que hice el rito de aventar mis tres monedas) y es lo más bello que he visto. Después me perdí, pero pues sólo preguntaba donde estaba el Río y ese era mi referencia para no perderme en tan ruidoso lugar que es París. Anduve en centro comerciales (Carrefour), usé el tren, bueno ya me sentía como pez en el agua. Uno de los lugares que me encanto fue el Palacio de Versalles, nada caro para lo estupendo que es, ahí llegue en tren. Otro de los lugares que no podían faltar fue el museo de Louvre, en un día no lo recorres así que como nada mas tenia 6 horas para poder estar aplique de ver las obras mas famosas que tiene el museo (la Mona Lisa, el Código de Hammurabi, la Venus, entre otros ). París fue mi perdición ahí sí gasté, perfumes y comer un espaguetti a la boloñesa con una copa de vino afuera de un restaurante (ahí si pude decir “carísimo de París” jajaja ) los demás días fueron de comer queso con pan que compraba en el centro comercial pero valió la pena el gasto.
Roma es un museo al aire libre, el Coliseo por ejemplo. Conocí la Torre de Pisa, Munich , Innsbruck (los Alpes del Tirol), Heindelberg, Toledo , Mónaco, Verona, Barcelona, caray fueron tantos lugares encantadores y espectaculares que no terminaría pero creo esos lugares que fue donde me quede mas días me dejaron mas huella. Queda decir que vivir los ciudades es subirte a los camiones, usar el tren, comer en los lugares que te recomiende el señor de el estacionamiento comprar en donde compra la gente que vive ahí, así es como se disfruta el lugar. Además de que ahorras mucho y con el chance de poder darte unos lujitos en comida, irte de compras o comprar tours que ofrecen los lugares ( algunos carísimos los que ofrecían los del tour 50 euros por vista panorámica de torre Eiffel y otros lugares). Yo gasté 5 euros entre el tren, la subida a la Torre a pie y un té. Hay todo tipo de gente, pero yo tuve la suerte de encontrarme buenas personas, no sé algo tenemos los mexicanos que les da confianza. En Alemania me encontré a los más amables. Caray toda esta experiencia me dio la oportunidad de ver las cosas de diferente forma, estuve en situaciones o lugares que nunca imaginé estar. El tratar de entender que me decía una brasileña, que son de lo mas buena onda, y que me hablaba como si le entendiera, el reírme de como peleaban los de Ecuador y Argentina en temas de fútbol jajajaja y bueno nosotros los mexicanos a lugar que llegábamos ya se armaba la fiesta.
El viajar cambia vidas y te hace darte cuenta de lo afortunada que era en ver todo lo que vi. En analizar lo que me preocupaba o ponía triste y de repente tenía enfrente los jardines de Versalles y me hacía reír por lo que que estaba sufriendo o poniéndome melancólica. Viajar te hace diferente en la forma de ver las cosas y de tratar a la gente. El viajar se te vuelve una adicción ya sea al extranjero o acá en México.
No sé, aunque trato de explicar la experiencia que sentí se me hace muy difícil no escucharme como si hubiera fumado alguna droga ilícita
Así que mi esta ya en plan hacer mi siguiente viaje a Madrid (lugar del cual me enamoré) y de ahí a Marruecos, y como ya quiero hacer tradición en mi, que sea en mi cumpleaños.
…. Me gusta cambiar ….así que a seguir viajando ….
Que padre exeriencia. Me transportaste a esos lugares sólo con tu historia. Me imagino la divertida que te diste, pero lo que más me gustó fue que viajaste sola y nada te detuvo. Espero poder vivir como tú la experiencia, ya la ando planeando sólo espero que nada se atraviese en mi camino jejeje.
Gracias por contarnos!!
wow!! me encanta la emocion con la que se relatan los viajes…yo quiero! jajajjaa pero mi objetivo es la INDIA…me apunto por si organizas alguna vez un tour! ;D 1000 besos y sigue disfrutando Canada! PD. Cuida tu rodilla y no abuses!
Ah! qué bonito relato, expresas muy bien lo que sentiste y qué padre! de verdad felicidades y sigue disfrutando los viajes así 🙂