Colaboraciones

2 días en Seattle con un perro y una mochila

Esperar un vuelo en Seattle después de una gran aventura por las montañas es algo muy común por muchos de los senderistas que visitan las montañas del norte de Washington, también el aeropuerto de Seattle es bastante usado por miles de viajeros en todo el mundo por la cantidad de conexiones que tiene con todos los destinos del mundo. Es un aeropuerto muy concurrido.

Si eres un viajero, seguramente en algún momento te tocará hacer alguna escala en esa ciudad y pasearás como miles de viajeros con maletas por las calles de Seattle.

Y gracias a esto, los viajeros tenemos muchas opciones para dejar el equipaje y poder visitar la ciudad un poco más ligeros.

Hay varias compañías que te ofrecen el servicio para guardar el equipaje mientras recorres la ciudad.

Seattle es también conocida como “La puerta a Alaska”, ya que tiene muchas opciones para cruzar en barco hacia Alaska, muchos cruceros llegan al puerto de Seattle, es sin duda una ciudad que cuenta con muchísimas opciones para conectar el mundo.

Y para no perder la costumbre, Paco (mi perro) y yo, también lo hicimos.

Después de nuestra aventura por el Sendero del Pacifico, decidimos esperar en Seattle un par de días nuestro vuelo para volver a casa y ha sido un lugar bastante duro para vivir esa transición que se siente de una experiencia entre montañas a la llegada a una gran ciudad.

En Seattle se puede sentir la vida cotidiana que viven la mayoría de los seres humanos en el mundo, pude comprobar todo el miedo que sentí estando en las montañas, el miedo a lo que se está convirtiendo el mundo, las crisis humanitarias que se hacen evidentes en cada calle de las grandes ciudades, lo que está ocurriendo en el mundo todos los días y que dentro de las montañas (aunque de una forma más silenciosa), también se puede ver en los ríos que el agua ya no corre, en la desaparición de sus glaciares y en la tala clandestina de todos sus bosques y en el despojo de territorios. Problemáticas sociales y ambientales que también ya han llegado a las montañas y que al llegar a una ciudad se puede ver el porqué.

Después de haber estado un tiempo alejada de las ciudades, llegar a Seattle me llenó de angustia y desolación. Me dio miedo llegar a una ciudad como Seattle, me sentí tan pequeña y tan perdida.

No recuerdo haber visto una ciudad tan triste como Seattle. No me llevo una buena impresión de esta ciudad y en términos Petfriendly tiene, desde luego, todo un mundo que construir.

Seattle no logró cautivarme y aquí voy a decirte el porqué.

Desde mi experiencia viajando con un perro fue muy desafortunada.

Fue la primera ciudad en la que me sentí insegura caminando por cualquier calle con mi perro. Caminar es una de nuestras actividades favoritas para Paco y para mí, disfrutamos mucho recorrer el mundo de esta forma.

Pero esta vez, las calles de Seattle las sentimos realmente inaccesibles, por la dificultad que hay para caminarlas, calles angostas y demasiadas pendientes elevadas, que quienes vivimos con un problema físico en alguna parte de nuestro cuerpo, resulta realmente difícil recorrer esas calles. Si tienes un problema en la rodilla, esta ciudad no es para ti.

Por otro lado, pudimos visitar algunos lugares para pasar un poco el tiempo antes de la fecha de nuestro vuelo de regreso a casa.

Visitamos uno de los mercados más populares del mundo. “Pike Place Market” en donde encontramos variedades de alimentos y curiosidades de todo el mundo. Este lugar es una gran sorpresa en una ciudad como Seattle.

Siempre me ha parecido hermoso tener un intercambio de culturas dentro de los alimentos, me encanta ver como la naturaleza en cada parte del mundo nos regala cosas maravillosas y tan diferentes.

Si eres amante de la comida, ese lugar es para ti.

Encontrarás mucha variedad de alimentos de cualquier parte del mundo, la oferta más famosa del mercado es un local que se dedica a la venta de comida de mar, su oferta más glamurosa es vender “salmón salvaje” de Alaska. Ese local es famoso en todo el mundo por su forma de vender la comida, no te diré el nombre porque será lo primero que veas al entrar al mercadillo. También hay librerías, antigüedades, tiendas culturales que son muy interesantes.

Por otro lado, visitamos el primer Starbucks del mundo, un pequeño local ubicado al frente de “PIKE PLACE MARKET”, es uno de los lugares más visitados de esta ciudad por ser el lugar donde nació la empresa de café más grande del mundo.

Para poder visitarla, tendrás que hacer una fila de 20 min o más dependiendo del día y la hora de tu visita, no es Petfriendly, te pedirán que dejes a tu perro afuera, (conmigo fueron accesibles) porque Paco estaba dentro de su bolsa transportadora.

Realmente no te recomiendo visitarlo, no es un lugar que valga la pena, el lugar es muy pequeño y se vuelve incómodo de visitar.

No hay mesas y lugares para sentarse, solo es la experiencia de ver como fue el primer Starbucks del mundo y los productos que puedes comprar con el logo original. (No esperes un tour guiado o una explicación del lugar), es como cualquier cafetería.

También hicimos un recorrido largo por la ciudad y sus parques y realmente te recomiendo ir muy ligero y con ropa muy cómoda. La ciudad de Seattle está bastante difícil de caminar, las calles son una locura.

Y por supuesto, visitamos la famosa pared del chicle, (GUM WALL), es una pequeña pared de ladrillo cubierto de chicle usado que se encuentra debajo de “pike place market” en donde miles de personas han pegado su goma de mascar en esa pared. En 1993 se pegaron los primeros chicles y en 1999 la consideraron una atracción turística. Se han rodado películas aquí y es un sitio bastante popular para tomarse fotos. Está considerada como la atracción turística más contaminada de gérmenes.

El transporte es bastante fácil y tiene buenas conexiones con el aeropuerto y son bastante accesibles con los animales. En ese aspecto tuve una buena experiencia.

Creo que muchos viajeros tenemos casi el mismo recorrido por la ciudad de Seattle, en poco tiempo puedes visitar los lugares más famosos de Seattle, no se necesitan muchos días para conocerlo y si tu vuelo tiene una escala muy grande en esta ciudad, seguro tendrás el tiempo suficiente para conocerlo.

Siempre me gusta recordar que esta es mi experiencia y que no es la única verdad. Puede que para ti, Seattle sea otra cosa distinta.

Si tienes dudas más específicas de este destino, no dudes en contactarme a través de mi IG: @KARLAANDPACO

 

Karla y Paco

Soy Karla, la mamá de Paco (un pequeño chihuahua). Nací y crecí en Aguascalientes, México. Comunicóloga de profesión.

Escribo diarios desde muy pequeña, me gusta ayudar a mi memoria a no olvidar, siempre he pensado que recordar es importante aunque vivir el momento es esencial.

Llevo 8 años viajando con mi perrito Paco.

Estudié en España y México y he trabajado en distintos lugares del mundo.

Me gusta la escritura y todos los días intento practicarla. Amo esa sensación de vivir la vida para contarla y leerla para volver a vivirla.

Ahora escribo mi primer libro de viajes con Paco y uno de mis deseos más grandes en la vida es no perder nunca esa sensación de ir hacia nuevos caminos, directo a lo desconocido, sentirme vulnerable y sentirme viva.