Por: Ignacio Verduzco Vázquez Aldana
Start spreading the news, I’m leaving today…
Sinatra y su inolvidable canción empezaban a rondar en mi cabeza, el otoño prometía ser la temporada perfecta cuando llegué al aeropuerto internacional Miguel Hidalgo de Guadalajara. Era un viaje que había comenzado realmente meses antes, desde que lo empezábamos a planear. ¿Sería Nueva York todo lo que se dice de ella? Eso me preguntaba mientras esperábamos el vuelo. Fuimos a comer al Chilis de la terminal internacional para posteriormente abordar el avión a las 5:31 pm. El vuelo me pareció un suspiro considerando que soy de los que me subo al avión y antes de que las amables sobrecargos den las indicaciones ya me hallo en el país de los sueños.
Llegamos a Nueva York un 5 de Octubre en la madrugada, por fin estaba en la Gran Manzana, el ajetreo se siente desde la ruta de desembarco del aeropuerto Internacional John F. Kennedy, una vez en migración vimos que estaban las máquinas donde pones el pasaporte y la visas pero cuando por fin nos tocó usarla no dimos una, ya resignados a hacer una cola kilométrica a lo lejos se escuchó una voz diciéndonos: “pasen a esta ventanilla”, nos acercamos, dimos los pasaportes y las visas y por fin nos dieron la bienvenida a los Estados Unidos de América, por si todas las filas anteriores no hubieran sido suficientes nos faltaba la fila para pedir el taxi, ya en rachados en la suerte de librarnos de hacer las colas, un señor nos preguntó “¿cuántas personas son?”, le contestamos que 4 personas, y en menos de lo canta un gallo llegó el taxi y nos subimos. El taxista era un arabe con un turbante, pésimo para manejar, caía en cada hoyo que encontraba, porque aunque pensemos que los baches son muy mexicanos, desde el aeropuerto hasta el túnel llamado Hugh L.Carey, que se localiza bajo el East River y que conecta el barrio de Brooklyn con la ciudad de Manhattan, hay una gran cantidad de ellos. Después de sentirnos como en casa con tan malas condiciones de la carretera llegamos al que sería nuestro hogar neoyorquino por los siguientes días, el hotel Saint James, que se encontraba en pleno Times Square.
These vagabond shoes, are longing to stray…
Al día siguiente comenzamos por Times Square, fuimos a desayunar a un restaurant llamado Juniors, tomamos un café y un cheesecake original que resultó mi favorito desde ese momento, y ya estábamos listos para empezar la aventura, optamos por subirnos al camión que te lleva por la ciudad, nos iban explicando sobre cada lugar, el soundtrack era inmejorable con canciones como New York, New York de Frank Sinatra, Welcome to New York de Taylor Swift, Eye of the Tiger de Survivor y Empire State of Mind de Jay-Z y Alicia Keys, entre otras, hizo nuestro viaje mucho más agradable, sin contar con un clima delicioso de este nuestro otoño en Nueva York.
Aprovechamos una de la múltiples bajadas para caminar hacia el One World Observatory, entramos porque ya habíamos comprado las entradas por internet, sino las filas enormes pueden quitarte la idea de entrar; caminamos por un pasillo en el cual hay imágenes sobre el ataque de las torres gemelas del 2001, que te hiela la sangre mientras vas caminando, hasta llegar al elevador para subir al mirador, una vez dentro empiezas a subir mientras te van contando toda la historia de Nueva York, una vez que llegamos al último piso, se abrió la puerta, nos bajamos del elevador y nos paramos enfrente de una pantalla en la cual nos pusieron un video muy inspirador que termina con una foto desde las alturas, el factor sorpresa sucedió cuando al abrirse la pantalla observatorio tenía una vista espectacular y es en ese momento cuando te das cuenta cuánto has subido en cuestión de segundos y como esta gran ciudad se ha levantado como el ave fénix de entre las cenizas, literal, para seguir siendo la ciudad de la esperanza a donde tanta gente ha llegado en busca de oportunidades.
Después de tomar varias fotos y nos tomaran una, caminamos de vuelta al elevador, como si no hubiéramos visto suficiente belleza ya después de bajar del elevador salimos a un centro comercial llamado Oculus Center, con un diseño impresionante del arquitecto español Santiago Calatrava, tuvimos la oportunidad de ver dónde estaban las torres gemelas y la fuente con el nombre de todos los muertos, lo cual te llena de tristeza, nos subimos de vuelta al camión, ese viaje de regreso te hace reflexionar qué manera tiene esta ciudad de darle vuelta a la tortilla y, de su mayor tragedia sacar fuerza para crear en el One World Observatory una torre tan alta como la esperanza de un mejor futuro.
Perdido en estas reflexiones llegamos de vuelta a Times Square.
I want to wake up in a city that never sleeps…
Los siguientes días transcurrieron entre lugares encantadores y comidas deliciosas que iban desde Carlo’s Bakery, del famoso repostero Buddy Valastro del programa de televisión Cake Boss; visita a la Gran Central la cual no es solo la enorme estación de trenes de la isla y lugar emblemático de varias películas y programas de televisión, ya que aparte es casa de grandes restaurantes entre ellos el Oyster Bar, el cual resultó un exquisito descubrimiento con su gran selección de ostras y ostiones.
La catedral de San Patrick, donde las fotos no pararon, la estatua del atlas y el Rockefeller Center, no dejamos de pasar por el estudio donde es el The Tonight Show Starring Jimmy Fallon.
Right through the very heart of it: New York, New York…
Un autobús nos llevó hasta el Met, recorrimos todo el museo, conocimos la parte egipcia, la parte de la realeza y la parte de los caballeros de las cruzadas, sin perdernos los célebres cuadros de pintores importantes, por lo que es súper famoso. Salimos del museo, caminando por el majestuoso Central Park, llegamos al Hotel Plaza, donde no debemos dejar pasar degustar sus deliciosas carnes frías y quesos, así con la panza llena y el corazón contento llegamos a la quinta avenida la cual recorrimos de cabo a rabo sintiéndonos muy cosmopolitas.
I want to be a part of it: New York, New York……
Una de las razones para ir a Nueva York es Broadway, sin duda el mejor teatro del mundo, en esta ocasión disfrutamos de Frozen, pero mientras llega la noche y el teatro se enciende, paseamos hasta que llegamos a la parte sur de la isla, a Wall Street, Meat Packing District y cruzamos por el famoso puente de Brooklyn, de regreso a Times Square pasamos por la tienda M&M’s Store y Hershey’s Chocolate World, esas tiendas me encantaron y por supuesto ahí compre todos muy regalitos que iba a traer a México.
En la noche hicimos parada en Broadway para disfrutar del recién estrenado musical de Disney, Frozen. La obra es una de las mejores musicales de Disney que he visto en mi vida.
And find I’m king of the hill, top of the heap…
A la mañana siguiente al comprar los boletos para el Fantasma de la Ópera ya estábamos picados viendo el mejor teatro del mundo y ya ahí como perder la oportunidad.
Aprovechamos la mañana para visitar el Moma, este museo me encantó, el arte moderno siempre me ha gustado, lo recorrimos todo, saliendo del museo empezamos a caminar hasta que nos encontramos una de las torres de Trump. Justo después tomamos el metro que nos llevaría al embarcadero donde nos subimos al barco que te lleva a la Estatua de la Libertad.
Donde ya empezaba a sentir nostalgia, pues había llegado la noche la última noche del viaje, y para cerrar con broche de oro como no ir otra vez a Broadway a disfrutar nuestra última obra de teatro de la vacación, la ya clásica el Fantasma de la Ópera, la que me dejo sin palabras igual que a mis acompañantes que ya la habían visto varias veces y parece que no por eso pierde su encanto.
It’s up to you, New York, New York…
Nueva York es por mucho la representación del sueño americano, durante mucho tiempo fue la puerta de entrada para los viajeros y migrantes que buscaban una esperanza.
Actualmente es considerado el centro del mundo, es la ciudad donde se mueve la economía, ciudad donde se filman las películas más emblemáticas, donde llegan los extraterrestres a dominar a la humanidad, donde King Kong demuestra su poder y se sube al Empire State, donde empieza la apocalipsis del mundo, es la cuna de la moda, del arte y el glamour. A mi en lo personal me gustaría irme a vivir allá porque como dice la canción de Frank Sinatra “If I can make it there, I’ll make it anywhere”.
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