Por: Alfonso
El año pasado renuncié a todo en mi país, Colombia, para viajar por el mundo como voluntario. Así que desde hace un tiempo viajo muy barato y a la vez ayudo a ciertas comunidades con sus tareas y necesidades diarias.
El momento de terror que al final fue de risa que quisiera compartir es el siguiente:
Eran más o menos las 10 de la noche a las afueras de Mandalay en Myanmar, estaba haciendo un voluntariado en un monasterio y tuve que salir en busca de internet a la cafetería más cercana, la cual estaba a unos 10 minutos caminando desde el monasterio.
Iba con mi novia caminando cuando una camioneta paró en frente de nosotros y las personas allí nos empezaron a gritar fuertísimo en birmano, nos decían que nos subiéramos al carro, lo cual obviamente no hicimos. Estaban visiblemente ebrios.
Nos mostraron unas esposas como de cárcel, y yo cada vez estaba más nervioso.
En un momento nos acorralaron, se bajaron del auto y hablaron por teléfono a más personas. En 10 minutos, había a nuestro alrededor unos 10 birmanos en motos diciéndonos que nos subiéramos, según ellos nos llevarían al monasterio. Yo ya estaba alterado, bravo y peleando mucho.
Al final, todos sacaron del carro unas chaquetas que decían algo en birmano que ni idea, y una placa de policía, ahí lo entendí todo, estas personas eran policías que estaban saliendo de un bar en un sitio algo peligroso, cuando de repente nos vieron en la carretera y pensaron que no nos podían dejar por ahí caminando a esa hora de la noche, no era inteligente eso.
Finalmente nos subimos en una moto los dos, yo aun desconfiaba mucho, entonces pensaba, por lo menos de una moto puedo saltar y ya.
Efectivamente, nos llevaron al monasterio, y regañaron al monje principal por dejarnos salir a esa hora por un barrio que no es usual ver gente caminando a esa hora en la noche.
Uno de los episodios de mayor terror en mis viajes, fue en realidad en el que más seguro estuve.