Por: Marce Mejía
Y mi aventura más increíble del 2023 no requirió que viajara al otro lado del mundo. Fue algo tan simple y tan maravilloso al mismo tiempo. No fue el lugar más increíble del mundo, con los monumentos más impactantes. No tuve que tomar un vuelo ni haber planeado durante meses. Lo único que hice fue ponerme un objetivo, y con la mejor actitud, aventurarme en una nueva experiencia que se quedaría en mi memoria para siempre trayéndome alegría y una sonrisa cada vez al recordarla.
Como dice Alan, “Las experiencias que vivimos y la manera en que estas nos sorprenden no son responsabilidad de los lugares o de las vivencias, sino de nosotros mismos. Es la actitud lo que determina el resultado.”
Como mexicanos, sabemos que somos apasionados y creativos, y dejamos huella en aquellas personas que nos visitan. No sé ni quién lo inició, ni cuándo se creó esta tradición, pero si eres mexicano, seguramente sabrás de lo que estoy hablando. Por lo general, los fanáticos mexicanos hemos comprado peluches del famoso Dr. Simi y los hemos vestido de nuestros artistas o ídolos favoritos. Por supuesto, que cuando vi que Alan Estrada iba a presentar su libro en la Fil Guadalajara 2023 en México (de donde soy), él siendo una persona que admiro y sigo, tenía que hacerle su Doctor Simi y llevárselo en persona.
Estuve paseando por los pasillos de la FIL durante varias horas antes de la presentación del libro de Alan, determinada a esperar lo que fuera necesario para poder entrar al auditorio a escuchar y conocer a uno de mis artistas, escritores, y bloggers favoritos.
En la espera, logré conocer a varias personas, que ahora puedo llamar mis amigos. Personas que al igual que yo, nos unía nuestro gusto y afición por lo que representa Alan por el Mundo.
Con la mejor actitud, logramos ser los primeros en entrar al auditorio y estar en primera fila. Sin duda, yo ya estaba muy emocionada por haber logrado esa primera parte. Había logrado parte de mi visión, que era entrar. La realidad es que esas 4 horas de espera se fueron de volada, confirmo el dicho que dice “El tiempo pasa volando cuando uno se divierte”‘.
Cuando finalmente llegó el momento, Alan salió y no podía parar de gritar de la emoción. Yo y mis nuevos amigos moríamos de felicidad, nos reíamos, gritábamos … ¡todo al mismo tiempo! La ilusión que compartíamos y sentíamos por conocer a una persona que nos inspira tanto fue mágica.
Ya me dolían los músculos de la cara de tanto sonreír, pero no podía dejar de hacerlo. Valoro mucho estos momentos en los que uno siente felicidad pura y como marca una memoria tan bella que me puedo llevar para siempre.
Al final de la conferencia, quería entregarle mi regalo a Alan. Intenté dárselo al momento de finalizar la charla, pero la seguridad del evento no me lo permitió. Me lo querían quitar, pero les dije que no, que yo se lo daba en persona. Era mi momento, y nadie me lo iba a quitar.
Al parecer este gesto de hacerle a Alan un Dr. Simi llamó la atención de algunas personas. Tanto así que se me acercaron a pedir fotos del Dr. Simi, muñeco que iba vestido de playero y con un poncho que hice a mano, buscando recrear el poncho viajero de Alan por el Mundo. La editorial Grupo Planeta se acercó a entrevistarme, y capturaron uno de los mejores recuerdos que atesoraré para siempre. Estos videos y fotos están en sus redes sociales.
Finalmente llegó la hora de conocer a Alan, y estaba lista para entregarle su regalo, que firmara mi libro y conocerlo finalmente (que era lo que más me emocionaba).
Todo pasó tan rápido, que ahora le hago caso a Alan, al hacer el constante ejercicio de recordar en mi memoria en vez de guardar el recuerdo en la memoria de mi celular. ¡Qué difícil es!
Me dió mucha ilusión llegar con Alan y haberle dicho “¡Mira lo que hice para ti! Es un Dr. Simi con su poncho viajero de Alan por el Mundo.” O algo así le dije jajaja, no recuerdo con certeza. Recuerdo que expresó su felicidad y contento con el regalo, nos reímos, nos tomamos una foto, y … ¡Puff! Se acabó el momento. Pasó todo tan rápido.
Salí de ahí con una enorme sonrisa, sin creer lo que había pasado. Con una adrenalina en mi cuerpo que lo único que provocaba en mí era querer gritar de felicidad. Y en eso se me vino a la mente una frase que leí en el libro de Viajar Cambiará tu Vida: “La belleza está en los ojos de quién la mira” que prácticamente es, en otras palabras, la actitud viajera, según menciona Alan. Y ahí es cuando me cayó el veinte, de que toda esa experiencia, esa ilusión, se cumplió por la actitud con la que fui en un inicio al evento. Definitivamente hubieron varios contratiempos en el trayecto de esta aventura, pero nada ni nadie me iba a impedir de vivir al máximo esta experiencia. Tan así, que esta actitud provocó que esta experiencia fuera más mágica y todo fuera tan especial.
Espero que esta historia llegue a ojos de otros, y que este sea un recordatorio que nosotros creamos los momentos e historias, y todo está en nuestra actitud. Es de valientes atreverse a voltear a ver a uno mismo, así que si estamos bien en el interior, lo demás vendrá por añadidura, y esta historia para mí fue el ejemplo..
¡Gracias Alan por ser una persona tan agradable! Fue verdaderamente maravilloso conocerte y escucharte. Espero que te haya gustado mucho el Dr. Simi Viajero con su poncho, que representa una ilusión, una actitud y un sueño. Un placer haber coincidido en nuestras historias. ¡Que tengas una gran vida! Y saludos a todos los viajeros.