Cuando pensamos en destinos turísticos en México, suelen venir a la mente lugares como Cancún, Ciudad de México o Oaxaca. Sin embargo, el país esconde joyas menos conocidas que sorprenden por su belleza y autenticidad.
Uno de estos destinos es Real de Catorce, un pequeño pueblo Mágico en el estado de San Luis Potosí que, aunque no es tan popular como otros, ofrece una experiencia de viaje única e inolvidable.
Un pueblo encantado por el tiempo
Real de Catorce es un pueblo mágico enclavado en la sierra de Catorce, a más de 2,700 metros sobre el nivel del mar. Este antiguo pueblo minero, que tuvo su auge en el siglo XVIII debido a la explotación de plata, parece detenido en el tiempo.
Con sus calles empedradas, construcciones de piedra y ruinas de antiguas haciendas mineras, el pueblo ofrece una atmósfera de misterio y nostalgia que atrae a los viajeros en busca de experiencias auténticas.
Parte del encanto de Real de Catorce radica en el viaje para llegar allí. Para acceder al pueblo, los visitantes deben atravesar el Túnel Ogarrio, un túnel de 2.3 kilómetros que fue excavado en la roca en 1901.
La experiencia de cruzar este oscuro y estrecho túnel en coche, que solo permite el paso de un vehículo a la vez, es como entrar a un mundo diferente, donde el tiempo y el espacio adquieren una nueva dimensión.
¿Qué hacer en Real de Catorce?
Aunque es un pueblo pequeño, Real de Catorce tiene mucho que ofrecer a quienes se aventuran a visitarlo.
Explorar las Ruinas Mineras
El paisaje alrededor del pueblo está salpicado de ruinas de antiguas minas y haciendas que alguna vez florecieron durante la bonanza de la plata. Los viajeros pueden explorar estas estructuras, muchas de las cuales están abandonadas y se han convertido en parte del entorno natural, ofreciendo oportunidades para la fotografía y la reflexión.
Visitar el Pueblo Fantasma de Ojo de Agua
Muy cerca de Real de Catorce se encuentra Ojo de Agua, un pueblo fantasma que fue abandonado junto con el declive de la minería. Hoy, las ruinas de este pueblo ofrecen una ventana al pasado y un lugar para explorar a pie.
Subir al Cerro del Quemado
Este cerro es un lugar sagrado para los pueblos indígenas huicholes, que realizan peregrinaciones anuales para dejar ofrendas y celebrar ceremonias espirituales. La caminata hacia la cima no solo ofrece vistas impresionantes del paisaje árido circundante, sino también la oportunidad de conectar con las tradiciones espirituales de México.
Recorrer el pueblo en Willys
Los Jeep Willys son vehículos todo terreno que se utilizan para recorrer los caminos empedrados y las áreas montañosas alrededor de Real de Catorce. Los tours en Willys son una forma divertida y emocionante de explorar los alrededores, llegando a lugares que de otro modo serían inaccesibles.
Entrar en la Iglesia de la Purísima Concepción
Esta iglesia, construida en el siglo XVIII, es conocida por albergar la imagen de San Francisco de Asís, o “Panchito”, un santo muy venerado en la región. Cada año, miles de peregrinos visitan la iglesia para rendir homenaje al santo y pedirle favores, convirtiendo al lugar en un importante centro de peregrinación.
Consejos para visitar Real de Catorce
– Lleven ropa cómoda y adecuada para caminar, ya que el terreno es empedrado y a menudo irregular.
– Consideren la altitud: Real de Catorce está a una altura considerable, por lo que es posible que algunas personas experimenten el mal de altura. Es importante mantenerse hidratado y no hacer esfuerzos excesivos.
– Reserven alojamiento con anticipación, especialmente si planean visitar durante los fines de semana o en fechas de peregrinación, ya que el número de habitaciones es limitado.
– Prueben la gastronomía local, como los tradicionales cabuches (flores de cactus) y el asado de boda, un platillo típico de la región.
Real de Catorce es un lugar que invita a desconectar del mundo moderno y a sumergirse en la historia y la cultura de México. Para aquellos viajeros que buscan un destino diferente, lleno de encanto y misterio, este pueblo escondido en las montañas es una parada obligada.
#CuriosidadViajera: el pueblo ha atraído a artistas, escritores y cineastas de todo el mundo, inspirados por su atmósfera única y su impresionante paisaje. De hecho, ha sido escenario de películas como “The Mexican”, protagonizada por Brad Pitt y Julia Roberts.
