El turismo negro se refiere a los circuitos que incluyen o contemplan visitas a lugares dónde han sucedido tragedias como masacres, asesinatos y crímenes en general.
No importa que los hechos sean recientes o hayan sucedido hace muchos años, incluso siglos. El chiste es que es una visita turística a un lugar que no te hará sonreír.
Hay niveles extremos de turismo negro que incluyen visitas a lugares dónde el peligro aún es latente y suelen ser solicitados por amantes de la adrenalina.
Sin saberlo yo he vistado varios lugares que entran en el término “turismo negro” y son los siguientes.
Nagasaki
Hiroshima
Nanjing, memorial de la masacre
Zona cero en NY
Y próximamente el campo de concentración nazi en Terezín, República Checa.
Creo que he descubierto un gusto culposo en el turismo negro, estar en lugares que han cambiado la historia de países o el mundo me hace reflexionar sobre mi propia existencia y ayuda a que las nuevas generaciones no olvidemos las aberraciones que los seres humanos somos capaces de hacer.
Yo creo que hasta en el Turismo Negro hay divisiones. Es comprensible que queramos ir a museos o lugares donde hechos históricos como este tipo ocurrieron. De hecho estos lugares que nos muestras tienes hasta una “placa” o algo para recordar la historia y hacer una reflexión. Pero en México, por ejemplo, el turismo negro es ir a lugares donde luchan los narcotraficantes, ver los impactos de bala, visitar las colonias donde viven o vivir la experiencia de un inmigrante en la frontera. Será por que es algo actual y de mi país, no me gusta mucho.