Por: Manolo Sevilla
Mi primer viaje a un país del Medio Oriente fue en noviembre y diciembre del 2022, en el mundial de fútbol de la FIFA.
Ir a un mundial y viajar siempre han sido un sueño para mí, la lejanía y la complejidad de realizar ambas cosas de forma conjunta me emocionaba y me atemorizaba.
El dinero, la distancia, el idioma, la ideología, entre otros factores, hicieron que tomara la decisión de ir a Qatar, un país tan pequeño pero tan controversial en los últimos años, hizo que mis ganas de conocerlo en esta justa deportiva se hiciera una meta.
Trabajé y ahorré durante un par de meses para poder asistir a este viaje y destino soñado, poco a poco fui reservando vuelos, hospedaje, boletos para partidos y atracciones turísticas hasta que tenía todo cubierto, únicamente faltaba que llegara la fecha para cumplir este sueño.
Llegó el día y volé, después de una pequeña escala en París, llegué a Doha, un recibimiento espectacular en uno de los aeropuertos más impresionantes que he estado en mi vida.
Empezó el choque cultural, vestimentas, salones de rezo, comportamiento, moneda, creencias, aunado a la cantidad de aficionados de todo el mundo que asistían como yo a la justa deportiva más grande del mundo.
Emocionado y con lágrimas en los ojos salí del aeropuerto rumbo a mi hospedaje, dejé mis cosas y me fui a recorrer la ciudad, su gente, la comida y sus mezquitas.
Cada día que pasaba durante esos veinte días en ese país, comprendí que viajar no es gratis pero vivir en tu país de residencia tampoco lo es, ese viaje y las personas que conocí en él me hizo darme cuenta que quiero disfrutar mi vida con viajes y experiencias las cuales me hagan feliz al planearlas, vivirlas y recordarlas.
Quiero invertir el fruto de mi trabajo en experiencias que me lleve hasta el fin de mis días, en el cual diga “Que bonita vida tuve”.
Nota: Admiro mucho a Alan Estrada “Alanxelmundo” él despertó la flama en mí para poder empezar a viajar y conocer el mundo, era un sueño poder encontrármelo en un viaje y decirle que gracias a él y a su inspiración, hoy en día viajo y veo el mundo desde otra perspectiva.
Este viaje me dió ese gran regalo, pude conocerlo y expresarle mi gran admiración a su persona y su trabajo.
Hoy en día sigo viajando cada día con más frecuencia, por más tiempo y más lejos, quiero comprarme los mejores recuerdos.
Nunca dejen de viajar y si no lo han hecho háganlo, les va a cambiar su vida.