Por: La Tipa Viajera
¡¡ALV ALV ALV ALV!! ¡¡Es la primera vez que crucé el Atlánticooo!!
Casi me hago pipí como perrito chihuahua de la emoción, no lo podía creer. Desde que compré los boletos andaba con la sonrisa de boba y la risa nerviosa a todo lo que da. Parecía una loca, de repente con la mirada perdida y una sonrisa de guasón emplastada en la cara pero ¡¡me valeeee!! ¡IRLANDA, AHÍ TE VOY!
¡¡Dubliiiiiiiin!!
Creo que nunca había visto tantas flores por la calle de una ciudad.
En casi todo el país si no llueve, llovizna… DIARIO, excepto en los 3 meses de verano, que son los meses con más turismo. Yo siempre le saco a la temporada alta así que visité en septiembre en cuanto baja la temporada. Pues sí llovió diario, casi siempre en la noche (ujuuuu); el clima nos hizo el paro para poder caminar por la ciudad sin remojarnos.
Lleven unos buenos zapatos y chamarra resistentes al agua, no recomiendo los paraguas porque el viento seguro te lo hace trizas o sales volando como Mary Poppins.
En su defecto si documentaron y les quedó espacio, carguen un repuesto de cada uno de estos artículos, si se les moja uno lo pueden dejar secando un día en lo que usan el otro.
El primer trébol en tierras Irlandesas me tocó verlo en el aeropuerto, ¡aaaaakkkkkk! Si, si, si, si, super nerda con estas cosas, igual que el sello en mi pasaporte que atesoro como Golum a su Precioooosooo.
Lo primero que me impactó fue que hasta el camión se puede pagar con tarjeta de crédito o débito, no pude evitarlo, me emocioné con tanta tecnología. Recomiendo que si no pudieron conseguir euros desde su país y cuentan con alguna tarjeta bancaria, pregunten en su banco si se cobra comisión por uso fuera del país emisor e intenten hacer todos sus pagos en todos lados con su tarjeta, ya que el tipo de cambio muchas veces es mejor o procuren sacar todo el efectivo que creen que van a necesitar en una sola exhibición, en los cajeros de los supermercados de Irlanda que especifiquen que no cobran comisión y así se ahorran unos bueno euros.
Nuestra primera parada, nuestro hostal. Irlanda tiene fama de dar fácilmente visas para estudiantes que quieran aprender inglés por lo que toda la ciudad de Dublín está retacada de hostales y hospedajes a precios accesibles, sólo intenta reservar con anticipación. Me quedé en el Times Hostel de Camden St. Tenía excelentes reseñas, buena ubicación. La verdad es que pecaba de limpio y el desayuno ligero y café incluido por las mañanas nos caía de perlas antes de salir a la aventura. Además por las tardes siempre tenían algún eventito gratuito en el área común dependiendo del día, como miércoles de cena o jueves de pintas Guinness, donde si traes ganas de convivir con los demás huéspedes puedes conocer a gente de muchísimos lugares del mundo.
¡Apenitas alcanzamos! En Dublín todo cierra temprano alrededor de las 5 pm, excluyendo por supuesto los pubs, restaurantes y algunos mercados. Llegamos barridas al museo de Historia de Dublín, lo bueno que no es muy grande; alcancé a tomar unas cuantas fotos y recorrer las exhibiciones rapidísimo para poder ver todo. Tienen muchas piezas de la época vikinga que es lo que más me interesaba ver: Espadas, botes, lanzas y hachas de mil tamaños. No se lo pierdan está muy cool.
OJO: Las entradas a los museos de la ciudad son gratuitas con cooperación voluntaria normalmente de 5 euros. Lo que si se cobra son las entradas para conocer las mil y una iglesias que te puedes encontrar en cada esquina. Si quieres visitarlas y tienes tiempo pero poco presupuesto, el truco aquí es entrar a la hora de la misa, con mucho respeto y saberla despistar, puedes conocer sus hermosas capillas gratis.
¡¡Trucha con los ciclistas!!
Caminando por las calles de Dublín te encuentras con letreros en el suelo de cada esquina “LOOK LEFT” o “LOOK RIGHT” (mira a tu izquierda o mira a tu derecha). El tráfico no siempre viene de donde crees… ¡Y LOS CICLISTAS MENOS! A la mayoría les vale wini los señalamientos. ¡Una noche casi me atropella uno! (Bueno la mitad fue mi culpa por cruzar bobeando y sin voltear y con unas Guinness encima. Creo que no aprendí de las canciones el dinosaurio morado). Además que la gente se cruza las calles a lo cholo, si no hay mucho tránsito se cruzan corriendo a media calle sin esperar a que cambie el semáforo.
Saint Stephen’s Green
¡VERDE, VERDE Y MAS VERDE! A 2 cuadras de nuestro hostal, rodeado por edificios de oficinas públicas y una de las calles peatonales comerciales más importante de la ciudad, está el parque local más visitado de Dublín, Saint Stephen’s Green. HEMOSOOOOOO, toditito el suelo está cubierto en pasto de un verde que encandila, excepto por los caminos peatonales que parecen laberintos para perderte dentro del parque. Rodean lagos con sus respectivos patitos, áreas de pasto coronados al centro por algún arreglo de arbustos florales o fuentes y todo el parque está delimitado por paredes de árboles y enredaderas. Me sentí en la novela del Jardín Secreto. Ves a muchos locales tomando su lunch en picnic, haciendo sus caminatas y ejercicios o solo cruzándolo para llegar a su destino. ¡Qué más quisiera tener algo así cerca de mi trabajo… se respiraría un poco mejor!
Si te gustan los animalitos también está Phoenix Park, es el parque urbano más extenso de toda Europa, o sea imagínate el Bosque de Chapultepec (porque aquí también está la residencia oficial del presidente de Irlanda), pero unas 100 hectáreas más grande @.@ y con ciervos “salvajes” tan impuestos a la gente, que se acercan lo suficiente como para tocarlos.
Museo de Historia Natural
¡Este es el museo más chingón que he visitado!
Si te gusta aprender sobre el reino animal aquí puedes durar HORAS, si no es que días. 2 pisos de información y animalitos en su tamaño real gracias a la taxidermia. Si está medio freaky pero ¡no manches! Hay especies que nunca había visto en mi vida y muchas otras que solo había visto por TV, no tenía ni idea de la proporciones de algunas especies. Todas las paredes y estantes están tapizados de información y maniquís de animales; desde peces de las profundidades del océano hasta jirafas que llegan al techo, incluso tienen algunos esqueletos de especies ¡extintas! NO SE LO PIERDAN POR NADA.
Y aquí viene lo bueno… La Cosa Negra…
Nop, no es albur, ni lo inventé. Así piden la cerveza Guinness los locales en Irlanda.
¿Dónde puedes parar para una deliciosa pinta de este oscuro elixir, preguntarás?
Pues casi en cada esquina de Dublín puedes encontrar un pub, pero el barrio turista por excelencia es Temple Bar y está listo para complacer, además de que cuenta con numerosas opciones de comida rápida a buenos precios, también cuenta con el Pub turista más conocido de toda Irlanda que lleva su nombre, The Temple Bar. O también puedes ir a conocer el pub más viejo de toda Irlanda que está a varias cuadras de aquí, The Brazen Head que data del año ¡1198!
La cerveza Guinness en este país es como la Corona o Indio en México, la fuerza vital de recreación para irlandeses de todo el país y como tal, es la más barata que vas a encontrar en cualquier lugar que sirva cerveza. Su fábrica se encuentra en Dublín, la cual parte de ella la han convertido en un moderno museo interactivo que es toda una experiencia. 7 pisos de información desde su creación, historia y campañas publicitarias hasta tu paladar, exhibidos en distintas y creativas presentaciones que te sumergen en el mundo Guinness donde no olvidan estimular ninguno de tus sentidos.
GUINNESS STOREHOUSE
Repite como mantra: Compra las entradas con anticipación y en línea. ¡COMPRA LAS
ENTRADA CON ANTICIPACIÓN Y EN LÍNEA!
Las filas son una serpenteadera que si fuera una línea recta seguro da vuelta a la manzana un par de veces, tanto para entrar al museo como para la taquilla.
Definitivamente decide tu hora y día de visita, compra en línea unos días antes tus entradas directo del sitio guinness-storehouse.com, además de que es más barato la fila es casi nula para quien ya trae sus boletos impresos o el código en su celular. NO PIERDAS TIEMPO. El recorrido toma mínimo entre 1 y 2 horas, pero depende de ti ya que hay varias paradas, pubs y filas dentro del museo para algunas actividades muy divertidas pero opcionales, así que elige bien. El final del recorrido termina en el último piso, en el Gravity Bar, un espacio con vista panorámica de todo Dublín para que te eches la pinta de Guinness que viene incluida con tu entrada.
CONSEJIRIJILLO: el Gravity Bar cierra sus puertas a las 5pm, procura terminar tu recorrido poco antes de esa hora para que alcances a entrar, si ya estás dentro antes de que cierren ¡YA FREGASTE! porque quien se queda lo corren hasta las 9pm. Así que a disfrutar, saca tus chelines porque aquí los expertos (porque tiene su chiste servir una pinta déjame decirte) te sirven directo de la fuente las heladas y exquisitas pintas de La Cosa Negra de barril.
La cultura irlandesa está llenita de mitos y leyendas lúgubres, si te gusta lo creepy aquí puedes sacar al emo que llevas dentro. Desde historias de cuna con finales no felices hasta tours en panteones viejos y desolados. Incluso hay tours de noche gratuitos por las calles de Dublín sobre las leyendas de la ciudad. También puedes visitar el National Leprechaun Museum of Ireland (o sea el museo nacional del duendecillo irlandés). Aquí hay 2 tipos de recorridos, uno de día, que es la versión familiar, o el de noche, donde vas a oscuras por un laberinto esperando no dar un azotón mientras te cuentan mitos perturbantes que si eres de sangre ligera si te andan dando pesadillas.
La comida a donde quiera que llegues es basta y super rica. La verdad que no me acuerdo haber comido algo que no me haya gustado. De precios, como en todas partes, hay de todo. Creo que lo más caro que pagué fue en un restaurante alrededor de 20 euros ya con todo y bebida, pero la mera verdad el platillo lo puedes compartir entre 2 y quedas muy satisfecho. Yo si aplique el “me lo pone para llevar” y mataba 2 comidas con un solo tiro o nos poníamos de acuerdo para compartir y así probé de todo y mi presupuesto no se vio muy afectado.
Otra parada recomendada es el Trinity College, Dublín (TCD), o formalmente “College of the Holy and Undivided Trinity of Queen Elizabeth near Dublin” que en español se traduce “Colegio de la Santa e Indivisible Trinidad de la Reina Isabel cerca de Dublín” (estos nos copiaron los nombres a mexicanos) Es la universidad más antigua de Irlanda fundada desde 1592 por la mismísima Doña Reina Chavelita I. Mucha historia y personajes célebres han pasado por sus corredores, además de tener entre sus edificios la biblioteca nacional del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la más grande del país y para mí una de las más bonitas del mundo. Para la entrada de la biblioteca hay que comprar boletos en línea con anticipación.
La razón principal por la cual decidí visitar este país fue por sus hermosos paisajes naturales que te dejan sin aliento. Uno de los más importantes son los Acantilados de Moher, 8 kilómetros de acantilados con alturas de 120 metros que forman un paredón con el Océano Atlántico.
¡Madre mía! ¡Qué lugar tan espectacular! Si eres fanático de la naturaleza, fácil te puedes pasar todo un día viendo su majestuosidad y no te vas a cansar. Mi presupuesto no me alcanzó para rentar carro, pero si tienes la posibilidad es lo más recomendable si vas a visitar varios lugares del país, el cual es pequeñito y en unas horas lo atraviesas completito mientras disfrutas de los paisajes.
Las zonas arqueológicas siempre me han llamado la atención y en Irlanda se encuentra una de las más antiguas del mundo mundial que data de ¡hace más de 5000 años! Aún más antiguas que las pirámides de Gissa, esto es Brú na Bóinne. Aunque a simple vista no se ve tan imponente como otros sitios, los materiales utilizados, la técnica arquitectónica y un suceso astronómico que ocurre en este lugar te deja con mil preguntas. Es simplemente increíble.
Arriba en las montañas más altas de Irlanda (que no pasan de los 1000 metros) se encuentra la mansión PowersCourt Estate, a un ladito de parque nacional Wicklow. Si te gusta el paisajismo y la época de renacimiento, este es el lugar para ti. Piérdete en las 19 hectáreas de jardines y su mansión de 68 habitaciones. Para el dedito meñique mientras caminas por los 7 jardines como todo un personaje de alcurnia Irlandesa.
¿Quién más es un GOT Geek? YOOOOO. Visité Irlanda sólo 14 días antes del estreno de la última temporada de esta serie (si ya se, ya se, estuvo del nabo pero tenía que verla para cerrar ciclos).
Pues también visité Irlanda del Norte en donde hay varias locaciones donde se filmaron escenas de Game of Thrones (Juego de Tronos) y como buena Fan Girl tomé un tour de un día saliendo de Dublín dedicado a esta serie con gameofthronestours.com donde una de las locaciones es la mismísima Winterfell AAAAKKK ¡SUPA GEEK MODE ON! Hasta me prestaron una capa y una espada para entrar en papel. ¡Son la onda!
Al norte de Irlanda del Norte también puedes encontrar Giant´s Causeway o La Calzada del Gigante en español. Es una costa formada por columnas basálticas hexagonales, resultado de una erupción volcánica de hace más de 50 millones de años. Es una maravilla, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1986.
Esto y muchísimos más detalles que si me dejan explayarme, mejor escribo un libro. Lo mejor de Irlanda es que su gente es extremadamente amable con el turista y muy fiestera, siempre encontrarás un pub abierto lleno de nuevos amigos potenciales.
¡Ya quiero regresar!