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¿Qué ver y hacer en las Dolomitas? 

Foto: 123rf

En el norte de Italia, donde las montañas se elevan como catedrales de piedra y los paisajes parecen obras de arte vivas, se esconden las Dolomitas: un macizo montañoso que deslumbra por su belleza dramática y su atmósfera serena. Este rincón de los Alpes italianos no solo enamora a alpinistas, fotógrafos y esquiadores, también a viajeros que buscan escapar del turismo masivo y conectar con una naturaleza que impone y abraza a la vez.

Lo que diferencia a las Dolomitas de otros destinos alpinos es su carácter. No son solo montañas, son esculturas naturales que cambian de color con la luz del día; no son solo pueblos, son cápsulas del tiempo con raíces tirolesas y corazón italiano. 

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Aquí, cada curva del camino sorprende, cada lago refleja un paisaje perfecto y cada comida reconforta el alma.

¿Dónde están y cómo llegar?

Las Dolomitas se extienden a lo largo de cinco provincias italianas: Trento, Bolzano, Belluno, Udine y Pordenone. La forma más sencilla de llegar es volar a Venecia, Milán o Innsbruck (Austria) y rentar un coche. Aunque hay transporte público en la región, lo ideal es tener movilidad para explorar los valles y pueblos a tu ritmo.

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¿Cuándo ir?

Depende de lo que busques.

  • Verano (junio a septiembre): ideal para hacer senderismo, ciclismo o disfrutar los lagos alpinos.

  • Invierno (diciembre a marzo): temporada alta para esquiar en lugares como Cortina d’Ampezzo o Val Gardena.

  • Otoño y primavera: menos turistas, pero clima más variable y paisajes llenos de color.

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¿Qué hacer en las Dolomitas?

Senderismo entre montañas míticas

Rutas como Tre Cime di Lavaredo, Lago di Braies o Seceda son postales vivas que no puedes perderte. Desde caminatas suaves hasta trekkings de varios días (como el Alta Via 1), hay opciones para todos los niveles.

Lagos de cuento

  • Lago di Braies: el más famoso por su color turquesa y los botes de madera.

  • Lago di Carezza: rodeado de bosque y con reflejos espectaculares.

Lago di Sorapis: menos accesible pero con un azul celeste que parece irreal.

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Pueblos alpinos con sabor tirolés

  • Ortisei, Canazei, San Candido o Dobbiaco conservan arquitectura típica, cocina reconfortante y vistas de ensueño.

  • No te pierdas los mercadillos de invierno si vas en diciembre.

Esquí y deportes de invierno

Las Dolomitas forman parte de Dolomiti Superski, uno de los dominios esquiables más grandes del mundo, con más de 1,200 km de pistas conectadas.

Sube a lo más alto

Los funiculares y teleféricos como los de Seceda o Sass Pordoi ofrecen acceso fácil a miradores impresionantes, ideales si no eres muy fan del senderismo pero quieres vivir la altura.

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Consejos para el viaje

  • Renta un coche con antelación si vas en temporada alta. Muchos caminos son de montaña y en invierno necesitarás neumáticos con cadenas.

  • Reserva hospedaje con tiempo, especialmente en pueblos pequeños.

  • Lleva ropa adecuada, incluso en verano puede hacer frío en la cima.

  • Respeta la naturaleza. Muchos senderos atraviesan áreas protegidas.

  • Aunque estás en Italia, el alemán es común en algunas zonas como el Tirol del Sur.

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Curiosidades

  • Las montañas deben su color pálido a una composición mineral rica en dolomita.

  • Cambian de color al amanecer y atardecer, fenómeno conocido como enrosadira.

  • En el pasado, fueron el escenario de batallas en la Primera Guerra Mundial. Hoy todavía pueden verse trincheras y refugios históricos.

  • El cicloturismo es furor en verano: muchos hacen la famosa ruta Sellaronda en bici.

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Una escapada inolvidable

Viajar a las Dolomitas es dejarse sorprender por la inmensidad de la naturaleza, pero también por la calidez de los pueblos y la deliciosa mezcla cultural entre Italia y Austria. Ya sea que vayas por aventura, por tranquilidad o por unas fotos que parecen irreales, este rincón del norte italiano te dejará sin aliento (literal y figuradamente).

Karla Campos

Geek de tiempo de completo y viajera con muchas millas para recorrer.