Por: Normi Salazar
Creo que muchos tenemos una especie de amuleto de la suerte, y cuando te conviertes en viajero siempre hay algo que no puede faltar en la maleta. En mi caso, es un superhéroe.
Desde hace 6 años que empecé a viajar por el mundo me acompaña un pequeño muñeco al que nombré Arañito Viajero.
Soy fan de Spider-man, (sí, poco ordinario en una mujer) y mi ciudad favorita en todo el mundo es Nueva York.
Desde que tenía 12 años soñaba con conocer esa ciudad. Afortunadamente, a los 25 años, con gran ayuda de mi hermana mayor y prácticamente todos mis ahorros pude lograr mi primer viaje a la Gran Manzana. Tenía pocos meses que me habían regalado a Arañito así que lo llevé en mi primera aventura. Estaba tan emocionada por haber cumplido mi sueño de toda la vida que le tomé fotos a cada instante, en cada rincón y por supuesto en los puntos más populares. Una de las fotos más representativas fue junto a la Estatua de la Libertad, donde parecía que Arañito estaba apunto de lanzar su telaraña para columpiarse de la estatua.
Básicamente ahí nació una muy bonita tradición sobre el inicio de mis viajes por el mundo, donde siempre le tomo fotos a mi ‘travel buddy’ en algún monumento famoso de los lugares que visito con la misma pose que la primera foto en Nueva York. Aunque también trato de variarle un poco y algunas fotografías muestran al arácnido volando, o en una posición más tranquila.
Este curioso personaje me ha acompañado desde viajes locales en mi México lindo y querido, hasta la lejana India o Dubái. Incluso mis hermanos se lo llevaron al último mundial de fútbol en Rusia, 2018.
Puedo decir que las fotografías de Arañito son parte de una colección de recuerdos viajeros. Probablemente cuando sea viejita me dará risa recordar que en mi juventud le tomé más fotos a un muñeco en Perú, Londres, Las Vegas, etc… que a mi misma. ¡O mejor aún!, podría llegar a los 60 años y seguir coleccionando esas bellas postales con mi fiel compañero.
He hecho viajes con amigos y familia, pero honestamente disfruto mucho los viajes sola, teniendo como aliado a un superhéroe que me ‘cuida’ y quien se ha convertido en una especie de mi alter ego. A veces hasta bromeo con mis conocidos diciendo que él es quien paga mis viajes.
Ya hasta le saqué una cuenta de Instagram, porque en verdad son muchas, muchas fotografías que se han acumulado a lo largo de los 14 países visitados.
Por cierto, a raíz de ese primer viaje a Nueva York prometí volver cada vez que pudiese y lo he cumplido desde entonces. La última vez fue dos semanas antes de que el mundo declarara una pandemia de COVID-19.
Por eso, para complementar mis primeras líneas de este texto, Arañito Viajero ha sido mi amuleto de la suerte, hasta para cerrar el ciclo de los viajes pre COVID. Aquel ciclo que podríamos nombrar como la “vieja normalidad viajera”.