La Torre de Pisa, uno de los símbolos italianos, perdió cuatro centímetros de inclinación tras 17 años de trabajos de consolidación.
Prácticamente, desde su construcción, la Torre de Pisa comenzó a hundirse debido al suelo arenoso de la zona, por lo que entre 1993 y 2001 se realizó un trabajo de consolidación para detener la inclinación, evitar su caída y preservar este icónico edificio de Italia.
Durante este tiempo, se logró que la torre se enderezara cuatro centímetros, lo que significa que en un año se estabiliza entre 1 o 2 milímetros al año.
En una entrevista para CNN, el profesor Salvatore Settis, director del grupo de vigilancia del monumento, el edificio vuelve a su inclinación que tenía a principios del siglo XIX. También agregó que la reducción de la inclinación no durará para siempre, sin embargo se logró un gran avance para preservar la torre al menos otros 200 años.
Para detener la inclinación de la torre se tuvo que remover el piso en el lado opuesto; es decir, la torre se inclina hacia el sur, por lo que se eliminó parte del suelo debajo del lado norte, creando cavidades, para que el peso de la torre las cerrará, hecho que resultó favorable.
La torre se supervisa constantemente y los datos son examinados por un comité de vigilancia que se reúne cada tres meses.
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