Autor: Erik Vargas
El verano pasado realicé un viaje a la ciudad de Toronto el cual cambió mi vida por completo, mi forma de pensar e hizo despertar en mí el espíritu viajero. La razón de mi viaje fue por el hecho de practicar mi inglés que la verdad era muy básico pero en fin mi papás me dieron la posibilidad de hacerlo, lo que fue estar en una escuela de inglés con alumnos de todas partes del mundo y poder vivir con una familia canadiense a su vez, experiencia que recomiendo altamente.
Fue genial hacer amigos japoneses, coreanos (que por cierto amé la cultura de los orientales), también muy buenos amigos alemanes, brasileños, finlandeses, franceses, turcos, venezolanos. Todos los días después de las clases tenía mi grupo de amigos y planeábamos el lugar que visitaríamos y simplemente tomábamos el mapa y elegíamos un lugar al azar. Otra de nuestras actividades fue el hecho de que cada uno nos mostraba la comida de su país ya que en Toronto encuentras restaurantes de casi la mayoría de las culturas así que fue como tener un viaje no sólo a Canadá si no a varios países del mundo obviamente yo los lleve a un restaurante mexicano, muy caro por cierto, ya saben esos mexicanos siempre sacando ventaja pero les gustó el mole, los taquitos y burritos.
Por otra parte en la casa donde llegué a vivir sólo era una señora, Jedran, muy buena onda pero estricta con la limpieza. El primer día que llegué no entendía ni hablaba inglés, me moría de la pena hablarlo, pero oh sorpresa había un chico Frank que resultó ser de Venezuela ya hacía 3 años vivía ahí así que nos hicimos amigos y claro en español hablábamos todo el tiempo y sin más mi primer día me mostró la ciudad, nos tomamos nuestras primeras cervecitas y me enseñó a moverme en la ciudad, eso facilitó mi viaje.
Creo que recorrí todo Toronto, fui a los mejores bares, antros, una fiesta en un bote de noche donde podías admirar toda la ciudad desde el lago y claro fiesta y baile, algo inolvidable. Fui a unos parques hermosos como High Park, subí la CN Tower, pase un fin de semana en Niagara Falls, recorrí el museo de la ciudad, fui a Casa Loma, un recorrido por Toronto Islands, todo esto siempre acompañado de mis amigos.
El hecho de haber viajado a un país diferente con una cultura totalmente fue una experiencia inolvidable, quisiera contarles más detalles pero son infinidad de cosas que marcaron mi vida por siempre, la experiencia me gustó demasiado pero yo diría que lo que más me gustó no fue el haber estado en otro país si no haber hecho amigos realmente y de otros países, conocer de sus culturas como ellos de la mía eso no tiene precio y sinceramente espero ver a algunos de ellos, visitarlos en sus países como ellos son bienvenidos en México, aún tengo contacto y espero no perderlo nunca.
Otra cosa que aprendí de este viaje fue lo que me dijo una amiga mexicana, la única que conocí, Edna de Puebla, si llevas suficiente dinero a tu viaje no te limites tanto si realmente quieres hacer algo o gastar en una cosa hazlo porque tal vez no vuelvas a tener la posibilidad de regresar a ese lugar disfruta al máximo de tu viaje.
