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Regresé a China y ¡cuánto he cambiado YO!

China es el país de Asia que más veces he visitado y al cual regresaría sin dudarlo. Es demasiado grande, hay demasiadas cosas que ver, hacer, comer y sentir como para pasar toda una vida.

China es el país de Asia que más veces he visitado y al cual regresaría sin dudarlo. Es demasiado grande, hay demasiadas cosas que ver, hacer, comer y sentir como para pasar toda una vida.

China además tiene un lugar especial en Alan x el mundo. Los primeros videos de mi canal son en este destino y retratan uno de los viajes que más me ha marcado. Mi primer viaje por Asia en solitario, el viaje más largo hasta entonces y un reto en todos los sentidos.

Por otro lado China tiene un poco de mala fama con los viajeros occidentales. Las costumbres y modos chinos pueden molestar o perturbar a los viajeros “delicados”. Es cierto que llegar al país de los dragones puede representar un shock cultural y conforme más te alejes de las grandes ciudades más auténtica se pone la cosa y a la vez más complicada y fascinante.

Sin embargo, en esta última visita a China encontré encantador muchas de las cosas que me molestaban en mi primera visita de hace 8 años. Comencé a divertirme y dejarme llevar en lugar de quejarme o resaltar lo que no me gustaba.

Fue así como tuve momentos de diversión cuando entre las multitudes del metro nos empujábamos unos a otros y yo me ponía canciones de rock pesado en mi teléfono y me sentía haciendo slam en un concierto.

O cómo en un puesto callejero eructé con gran fuerza, que digo fuerza, ¡CON PODER! Y sentí que se me liberaba el alma y los locales que estaban a mi lado ni se inmutaron.

Hice Tai Chi en la muralla china. Me perdí en los hutongs de Beijing. Volví a la impresionante Ciudad Prohibida. Comí delicioso. ¡Disfruté, disfruté y disfruté!

Entonces pude comprender cuánto he cambiado y lo diferente que soy al viajero que visitó Beijing hace ocho años. No sé si el cambio ha sido para mejor pero sí para bien.

Gracias a esto recordé la importancia de la actitud al viajar. Si viajamos con una actitud positiva, relajada y abierta disfrutaremos mucho más las cosas, incluso esas que normalmente nos molestarían. Eso, y conocer al menos lo básico del idioma local (para conocer lo básico no hacen falta años, sólo tener interés y encontrar una forma fácil de hacerlo, como me pasó a mi con el método 8Belts Chino) transformará completamente nuestra experiencia.

Por otro lado involucrarte con la cultura local te hará un viajero responsable y respetuoso (olviden la parte de los empujones y eructos que es más bien una dramatización de los hechos). Hablo más bien sobre aprender un poco del idioma, conocer la historia del lugar y sus costumbres para no hacer nada realmente fuera de lugar.

No tengas miedo a involucrarte con tu próximo destino, no esperes a llegar para descubrir lo que ofrece. Algunas veces, cuando el viajero va muy preparado, una visita ya se siente como regresar.